Capítulo 3.

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Dylan.

Fue de esos días donde al no tener muchas obligaciones me permití dormir lo debido y luego ponerme a entrenar. Cuando me di cuenta de todo lo que había sucedido respecto a las noticias de mi supuesta relación incestuosa ya eran pasada la tarde, además que tenía a mi adolescente hermana en mi departamento exigiendo respuesta a esta falsa noticia.
Las fotos son hermosas, sin embargo fuera de contexto en todos los sentidos, si salí tomado de la mano de Faith, si acepto ese beso que justo captaron y si es verdad el momento que la cargo en mis brazos para sacarla de ese bar.

Maldito paparazzi de mierda.

Todo es un mal entendimiento, donde debo salir a aclarar toda estas imágenes, sobretodo porque lo decían esos titulares de Internet era una vergüenza, incesto, lo que somos primos, la falta de respecto que le hacemos a la sociedad por un tipo de relación de estas circunstancias e infinidades de estupideces que ya me tenían cabreado en todos los sentidos.
Mi reputación puede ser cualquier cosa, pueden decir infinidades de mentiras y otra verdades, sin embargo jamás dejaría que la reputación de Faith salga dañada como estaba sucediendo.

Odio a la prensa y su maldita forma de dañar a las personas.

— Se ven hermosos en esta foto — acota mi hermana al mostrarme la que vamos tomados de la mano.

— La verdad que si — reconozco.

— ¿Por qué no sales con Faith?

— Atiye — murmuro prendiendo mi notebook.

— Es una buena chica, jamás te usaría como todas esas locas con la que siempre sales y tampoco hablaría mal de tí — argumenta.

— Faith y yo somos mejores amigos — sentencio.

Chaquea la lengua. — Podrían ser más, solo que le tienen miedo al éxito.

Sus palabras me hacen reír.

— Estas loca, Aty.

— Los adultos hacen difícil el amor — acota rodando sus ojos.

— Señorita sabelotodo ¿Qué tanto sabes de amor? — inquiero.

— Seguro más que ti — se encoge de hombros.

— Papá es joven para morir si escucha eso — bromeo.

— En algún momento tendré novio, ojalá sea un mafioso italiano como le paso a tía Rachel — habla sonriendo.

— Esas historias solo pasan en las películas.

— No, tía Rachel es una claro ejemplo que si puede suceder y no pierdo las esperanzas de ser la esposa de un sexy mafioso italiano — declaro con seguridad.

Eso solo sucede en las películas o en las novelas, también como dice Atiye tener la suerte de nuestra tía, pero eso es uno en miles de millones.

¿Además cuál es el fetiche con el mafioso?

Una vida normal ya es complicada, no me quiero imaginar viviendo en la mafia.
Ahora que pienso esto digamos que varios miembros de la familia pertenecen a una organización criminal, mi tía, Mackenzie que se va casar con Sasha y él es el lider de la mafia rusa, Cayden es algo de una mafia española, Ellie está enamorada de Ignati que también es parte de la rusa.

Definitivamente que nadie quiera investigar a la familia que caemos todos condenados por complices.

— ¿Y qué harás? — inquiere mi hermana.

— ¿Con qué? — cuestiono confundido.

— Hombres, tontos por naturaleza — se queja rodando los ojos. — Con Faith y estás noticias...

Arriésgate Conmigo. (9° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora