Arriésgate Conmigo. (9° SAP)

Capítulo 5.

Dylan.

Vi la angustia y preocupación en su rostro, también note esa forma en que me miró cuando dije que es una de las mujeres más importantes de mi vida, no miento con eso.
Tampoco me gusta que Kenneth le ande rodando, diciendo cosas cínicas para volver a meterla en su magistral telaraña de mentiras y está claro que no voy a dejar que eso suceda, no puedo ver a mi mejor amiga sufrir, mucho menos por un hombre que no vale absolutamente nada.

Si por mi fuera evitaría que cualquier hombre se acerque a ella, así preservamos su hermoso corazón.

Por un largo raro la abrazo mientras ella se mantenia en un sumo silencio y yo no dejaba de abrazarla, diciendo que esto no puede cambiar su percepción respecto al amor. Se que llegará esa hombre que le de la mejor historia de amor y sino lo encuentra, estoy dispuesto a ser el único encargado de su felicidad porque llevo años conociendo su vida, algo entre nosotros jamás saldría mal.

¿Por qué estoy pensando en algo como esto?

— Lo siento — murmura saliendo de mis brazos.

Maldito sea Kenneth por romper su corazón.

Paso mi pulgar limpiando los rastros de sus lágrimas y le sonrío. — No se merece tus lágrimas...

— Él dijo que me ama y que quiere dejar su familia — me cuenta.

Tenso mi mandíbula.

— Faith — murmuro para que me mire a los ojos.

— Jamás destruiría una familia, Dy, él un año estuvo conmigo y no sabe que clase de personas soy.

— Moustrito — digo tomando su rostro entre mis manos. — deja que ese hombre siga su vida, mereces algo mejor que ser la segunda opción de un cretino — agrego.

— ¿Por qué no me enamoré de tí? — susurra. Ella se da cuenta de lo que dijo para incorporarse y poner una distancia entre nosotros.

— ¿Mejor?

— Si — me miente.

Se que no está bien, hace años la conozco y se reconocer a la perfección cuando ella está mal o me miente como lo está haciendo en este momento.

— Me encantaría llevarte a tomar un rico chocolate caliente, pero la prensa es mi sombra y no quiero hacerte pasar por esto de nuevo — comento suspirando.

— La presa se agarro de un mal contexto — acota.

— En un rato tengo cita con mi tío Owen para demandar a ese periódico — le cuento.

— ¿Lo vas a demandar? — consulta.

— Por supuesto, una cosa es que hablen de mi y una diferente es que digan cosas espantosas de tí, eso si no voy a permitir por nada del mundo — determino con seguridad.

— Eres el mejor amigo del mundo — dice tomando mi mano con la suya.

— Siempre voy a cuidarte, Moustrito — afirmo sonriendo.

Un silencio se forma entre nosotros, ella me mira a los ojos y luego corre su mirada mientras sus mejillas se tiñen de un suave rojizo.

— Siento lo que hice estando ebria, porque gran parte de las fotos es porque tu me estabas cuidando cuando estaba en mi peor momento. El alcohol y yo no somos compatibles, mira el desastre que ocasionamos — quiero hablar, solo que me detiene. — Ellie me contó de mi comportamiento — sus mejillas se vuelven más rojizas. — lamento tocarte como lo hice — agrega cohibida.

— Mejor no digas nada más — le pido para que deje de estar avergonzada.

Jamás habíamos traspasado algo así, pero el alcohol en ella hizo lo suyo. Mejor hacer como que nada pasó y eso es lo correcto.