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A pesar de su tristesa por su hija esas dos semanas se la pasa bien, junto al joven a su lado, habían pasado unos días inolvidables pero aun se preguntaba a donde iba cuando desaparecía, siempre que le preguntaba este respondía diciendo que era algo de trabajo, se le hacía sospechoso, así que esta vez decidió seguirlo, el joven caminaba tranquilamente nada que levantara sospechas, llego a una pequeña boutique, en su corazon sintio una punsada, quería pensar que estaba mal, que su amado no lo estaba engañando, lo espero hasta el atardecer y no salía, eso lo hizo dudar mas.

Con duda camino hasta adentro, pero no lo encontro, se hacerco a recepcion y enta se encontraba una hermosa mujer, parecia casi la edad de su amado, tenía ojos azules con cabello negro convinado con blanco, sonriente casi como su amado.

Buenas tardes señor, lamentablemente le informo que estamos apunto de cerrar, así que si podría regresar el día de mañana se lo agradecería mucho.

Oh no, no, no vengo a eso, solo me gustaría informacion.

Señor, ¿Acaso usted es policia?

¿Tendría que serlo para algo de informacion?

La verdad si, si no es policía no tengo que darle explicaciones... ¿Señor....?

Morningstar.

Se sintió victorioso al ver la cara de pánico de la joven.

¿Y tu eres?.

Roxanne señor, aun que muchos me llaman Rosie.

Bien...Rosie, quiero saber ¿A dónde se fue el joven que entro a esta tienda?

¿Joven? Señor no ah entrado ningun juvenil aquí, bueno a escepcion de las señoritas que estan terminando sus peinados.

Yo lo vi ingresar a esta tienda, no te atrevas a negarlo.

Señor como se le ocurre, le estoy siendo honesta, no ah entrado ningun joven a esta boutique.

Bien quedate em silencio, pero cuando regrese de nuevo no sera una visita amistosa.

¡Espere señor! Le digo la verdad, no ah llegado ningun joven a el establecimiento, ¿Quiere ver las camaras?

Eso suena interesante, te sigo.

Con preocupación llevo al bajo pero peligroso mafioso, a la oficina, le tomo un momento pero le enseño las cámaras.

Ese joven de ahí.

Señalo a su amado, la señorita observó la camara con algo de confusion.

Señor no tengo idea de que esta hablando, no veo a nadie ahí.

¿Te estas burlando de mi? Claramente esta ahí sentado, esta leyendo un periodico.

Oh...S-si es verdad señor, disculpe mi mala vista, la verdad no conozco a ese joven, solo llego a sentarse y luego salio por la parte de atras de la boutique.

¿Por que lo dejaste salir por ahí?

No lo deje, el solo se dirigió ahí para retirarce.

Ya veo, bueno gracias.

Sin mas se dio la vuelta dejando confundida a la joven frente al monitor.

Iba caminando molesto, estaba seguro que esa joven conocía a Alfred, le sacaría la verdad aun que tardara en su cometido, de lo distraido que estaba choco con alguien, levanto su vista encontrandoce con esa sonrisa la cual adoraba.

Mi señor, creí que notaría mi ausencia desde hace horas, ¿sabe? no sabía que invadiria mi privacidad si me mudaba con usted.

Sintio un ardor en su rostro, se cubrió con una mano tratando de ocultarlo, bajo la mirada pero el menor lo tomo de el mentón regresandola a su lugar.

Nunca baje la mirada ante nadie Lucifer, siempre mantenga su posicion ante cualquiera.

No sabía como reaccionar, ya que era cierto, nunca había bajado la mirada ante nadie, pero el hecho que lo descubriera siguiéndolo se le hizo muy vergonzoso.

Lose, es solo que...Siempre sales y nunca me dices a donde, no conozco a tu familia, si desapareces no sabría donde buscarte, ya que a cada persona que le preguntó de tí solo responde que no te conoce, inclusive si los amenazo.

Eso se debe a que me tienen miedo señor, a nada mas, pero creame, deles un buen susto y cantaran como pajaros.

Rio ante su comentario, acomodo su traje para inclinarce ofreciéndole su mano, el contrario la vio unos segundos para aceptarla caminaron muy felices hablando de cualquier trivialidad, llegaron a unas cuantas calles antes de entrar a la mansión.

Señor, si me disculpa tengo que ir a realizar una ultima labor, cuando finalize regreso con usted.

¿A estas horas? Es a lo que me refiero desapareces y no tengo idea del por que.

El menor sonrió, tomo su rostro mientras acariciaba con su pulgar sus mejillas, se acerco plantando un corto beso entre ambos.

Señor, si tiene que desconfiar de alguien, que no sea de mí, yo no lo traicionare, y no tengo ninguna aventura con ninguna mujerzuela como usted piensa.

L-lose...Disculpame por eso.

No, usted disculpeme por sembrarle una duda innecesaria...Pero sera rapido, le prometo que no sentirá cuando llegue a recostarme en su comoda.

Espero que no te tardes niño.

Bueno, si no me deja ir me tardare mas.

El mayor se rio para acercarse plantando un beso en la mejilla, le sonrió para empezar a caminar por las calles hasta llegar a su destino.

¡S-señor! Al..fin lle...ga...

¿Que sucede Jefferson? ¿Por que estas tan agitado?.

Es la prometida de su hija señor...

Abrio sus ojos en grande, si algo le pasaba a esa niña significaria que su preciosa hija la pasaria mal de igual forma.

¿Que le sucedio?

Enfermo mas por el viaje, su hija no se dio cuenta ya que ella lo fingió bien, pero recayó muy fuerte, llegaron hace veinte minutos, los doctores no creen que recista para el amanecer...

Sin esperar a escuchar mas salio corriendo, subio las escaleras parando en seco, escucho los gritos de su hija, su instinto paterno lo hizo correr mas rapido, llego casi sin aliento al ver a su hija arrodillada frente a la cómoda en la que se encontraba su amada, pudo sentir su dolor al escuchar como se raspaba su garganta, le desgarro el alma verla así, corrio hasta ella pero esta se negaba a ser tocada por su padre, no queria separarce del ahora vacío cuerpo de su prometida, ni siquiera pudo llegar al altar, su hija llevara en su memoria aquel vestido que se probo ese día, esa inocente pequeña no tenía ningun pecado en este mundo,  ella no merecía tal castigo.

Charlie, amor ven aquí princesa.

Atrajo a su hija recostandola en su pecho, acaricio con cautela esos risos dorados, sintio como su hija casi rasgaba sus prendas al sostenerse tan fuerte de el.

E-es mi cul..pa nunc-a debimos salir así...ella estaba tan c-cansada y ni siquiera l-lo note... Papá, ¿Q-que hi...ce para mere..cer esto?

Levanto su rostro lleno de lagrimas, su tristesa se podía notar a kilometros, le partió en el alma ver a su hija así, ella no merecía ese castigo, tomo con cautela el rostro de la pequeña para depositar un beso en su frente y volver a recostarla en el.

El llanto no sesaba, trataba de darle animos a su primogenita para que no recayera en depresión, pero en el fondo el mismo se estaba matando, esa impotencia de querer calmar su dolor sin ningun resultado era difícil, necesitaba darle fuerzas cuando nisiquiera el las poseía.

¿Te Conozco? -Radiapple Donde viven las historias. Descúbrelo ahora