VI

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Estaba siendo abrazado por ese alto joven, sentía como acariciaba su espalda con cautela, sufría ante la impotencia de no poder hacer nada para saciar el dolor de su hija, ¿De que servia todo el dinero que poseía? Si ni siquiera podía hacer que ese rayo de sol que le daba calma a su hija regresara.

A-alfred...

¿Dime, Lucifer?

El funeral sera dentro de dos horas, ¿Estaras ahí?

¿Estas seguro que quieres que tu hija me conozca en esa situacion?.

Quiero que estes ahí dándome apoyo, ya que yo tendre que darcelo a mi pequeña, y honestamente nose si sere capaz.

Lu...

Beso el carmín en su mejilla.

Si así lo deseas por supuesto que estare ahí.

Gracias....

Se abalanzó a sus brazos depositando un beso que fue correspondido, se separó dandole la mejor sonrisa que pudo, se volvio a recostar para descansar unos momentos, ya que su hija pidió soledad para tranquilizarse, respeta las desiciones de su ser de luz, así que solo se alejo.

Abrio los ojos sin encontrarce a su amado, encontro una nota diciendo que su hija había tenido un inconveniente, pero llegaria directo al funeral para acompañarle, suspiro pesadamente, ya que no podía hacer nada si se trataba de su hija, el hubiera hecho lo mismo por Charlotte.

Se coloco un traje negro para salir de su recamara, camino algo decaido hasta llegar a los aposentos de su hija, la cual abrio mas que decaida, ni todo el maquillaje que se le había colocado ocultaba su dolor.

Levanto una mano para acariciar su mejilla, respondio recostando su rostro en la palma de este, trato de sonreir pero no duró nada su cometido, una lágrima cayó por su rojiza mejilla la cual fue removida por el pulgar de su padre.

Se hizo a un lado para dejarle pasar, entendió su señal y empezo a caminar por todos los pasillos, hasta llegar a las afueras, observo la camioneta blindada donde se encontraba el ataud con la persona de su vida, quizo acercarse pero su padre no se lo permitió, la llevo hasta los adentros de la limusina em el cual encomendaron su viaje.

...

Ya no recistía mas, ver a su hija pegada a esa caja oscura, estaba temblando, con la mirada buscaba a su amado el cual prometio llegar al funeral, aun faltaban unos minutos para que acabara el acto y este aun no aparecía, apesar de eso no perdía la esperanza que llegara.

Observo la señal de el panegírico, ya había llegado el momento, dio un suspiro para empezar a caminar hasta su amada hija, se trago todo su dolor, para darle fuerzas, se podría decir que la arrastro hasta su silla para escuchar las palabras del antes mencionado.

Despues de unos minutos el ataud estaba siendo bajado en la tierra, todos se sentían realmente mal al escuchar los gritos de la señorita Morningstar, quien gritaba por tratar de evitar que fuera bajaba, sabía que era la ultima vez que la vería y aun no lo asimilaba.

Su padre estaba destrozado, no podía llorar, no se lo permitia, si se mostraba debil ante el sufrimiento de su hija ya no podría darle fuerzas.

Termino el funeral, ya no había alguien mas que ella y su padre, a excepción de unos cuantos guardaespaldas cuidándolos, su hija estaba recostada en ese puñal de tierra en el suelo, no quería retirarse, su padre suspiro para tomarle entre sus brazos, de lo debil que estaba no lucho para quedarse, solo veía atravez de esos empañosos cafés como se alejaba de la lapida con ese nombre que nunca olvidaría, cerro sus ojos para olvidarse del dolor.

Su padre acaricio sus cabellos durante todo el camino, el viaje se le hacía eterno, ya no recistía mas, se mordía el labio inferior para que su hija no escuchara su pesar.

La posiciono en su cómoda, por sus pequeños suspiros al dormir sabía que estaba cansada, dio un beso en su frente para retirarce de esta.

Cerro la puerta con su vista demasiada nublada, dificultando le llegar a su recamara. Abrio la puerta y al cerrarla no soporto mas cayendo de rodilla, se tapaba sus labios para no gritar, esa impotencia, ese dolor, ese sufrir, todo eso lo tenía que hacer en silencio.

Sintio una mano en su hombro haciéndo levantar su rostro encontrándose por primera vez a ese joven sin su sonrisa, este con las pocas fuerzas que le quedaban levanto su temblorosa mano tratando de alejarlo, se levanto para alejarce, sintio como era atraído hacia el de regreso, quizo alejarse pero este ya no tenía fuerzas, solo se dejo abrazar por el mas alto.

M-me deja...ste s-solo Alf..red...

Se aferraba mas a las ropas de su amado que solo le acariciaba con cautela sus cabellos dorados.

Perdoname Lucifer...Mi hija estaba en una situación delicada, no sabes cuanto quise regresar a tu lado... Pero para mi, mi hija va primero...

L-lo entie...ndo y-yo hubiera hecho l-lo mis..mo...

Levanto su rostro con una debil sonrisa, el menor al verlo acaricio su rostro depositando un beso en su frente para luego hacerlo en sus labios.

Ya no finjas mas Lucifer...Se que estas destrozado...No lo hagas conmigo, puedes ser honesto conmigo...

El mayor no resistió más y empezo a llorar en lo alto sin importar que lo escucharan, ya no recistia, cayó en el suelo haciendo que su amado se arrodillara de igual forma, se aferro mas a las ropas de su amado, el menor con mucha paciencia acariciaba sus cabellos, dejaba diversos besos en su frente como muestra de amor.

Cuando el mayor se tranquilizo no decía nada su mirada estaba perdida, trato de hablar con el pero solo obtuvo silencio de su parte, dio un suspiro, para separarse lentamente sacándolo de su trance, sin ninguna reacción observo como lo cargaba para llevarlo a su cómoda, se sentó el primero para dejarlo a el sentado con sus piernas a un lado mientras este lo recostaba en su pecho, empezo a tararear una canción para calmarlo y al parecer estaba funcionando.

¿Ya te sientes mejor Lu?

Lo estoy...Gracias Alfred...

Me alegra saberlo amor...

Se sorprendio un poco era la primera vez que le llamaba así, sonrió enternecido ante ese llamado, regreso a recostarce en su pecho para poder cerrar nuevamente sus cansados cafés.

¿Te Conozco? -Radiapple Donde viven las historias. Descúbrelo ahora