Capítulo 9

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Capítulo 9:
Desafío en Brighton

—¿Te perdiste camino hacia acá? ¿Por qué tardaste imbécil?—Articuló en un tono demandante el ojiazul al percatarse de la presencia de su amigo.

Sam se encontraba recostado en uno de los postes de aquél camino, bajo una refrescante sombra que provenía de un viejo y enorme árbol. Tenía puesta su vista fija en Miles, quien a paso lento, se acercaba en dirección de él.

—No seas dramático idiota, no me he tardado nada. Solo que tu novia me retuvo para recordarme sobre el plan que tendremos hoy en la tarde—Confesó sin más encogiéndose de hombros y empezar a caminar junto a su amigo.

—Ah sí, ya sé lo que traman. Bueno, si lo piensas bien, no es algo para tomarle tanta importancia.

—¿En serio? Disculpa, por... ¿por qué lo dices?

—Bueno, solo es un simple recorrido por el hotel, ¿no?—Hizo una pequeña pausa mientras seguían caminando obteniendo toda la atención de Miles—Escucha, puede que para ellos sea importante porque es algo que harán todo juntos y sacarle provecho para poder recordarlo. Pero eso lo podemos hacer en cualquier otro momento sin necesidad de programarlo sin ningún sentido.

Miles observaba a su mejor amigo sin perderle ningún detalle a sus gestos, los cuales mostraban un rostro serio, sin desviar su mirada de frente.

Aquél espacio sin duda que no se comparaba con algo antes visto. Su estrecho camino de piedras de ríos incrustadas, lo decoraban de una manera espectacular, dándole un aspecto natural y armonioso. La cerca de estaca que bordeaba el pintoresco camino estaba acompañado con elegantes faros de luces que se elevaban majestuosamente a lo largo del sendero, proporcionando una iluminación suave que realzaba la belleza del entorno durante la caída de la tarde.

Sus bancas de madera maciza de roble, talladas a mano con intricados detalles, ofrecían un lugar tranquilo para que todos los huéspedes se detuvieran, descansaran y disfrutaran de la serenidad del entorno natural. Todos los elementos se combinaban para crear un ambiente acogedor que invitaba a los caminantes a sumergirse en la belleza y tranquilidad del espacio natural.

—Entonces, ¿no vendrás con nosotros?—Preguntó el joven de manera confusa, puesto que no entendía lo que el ojiazul le intentaba transmitir.

Sam detuvo su paso por un momento y voltearse en dirección de Miles poniendo su mano en el hombro de él y soltar lo siguiente:

—Escucha Miles, esto que estamos haciendo en este momento se llama "recorrido", por lo cual, no es necesario hacer una lista tan extravagante simplemente para crear un evento sencillo, ¿si me entiendes? Puede que sea tu primera vez estar de vacaciones con amigos en un lugar que te saca por completo de tu rutina, y es normal que no te quieras perder ningún momento con ellos. Eso lo entiendo a la perfección. Pero no es algo que sea del otro mundo cuando sencillamente es algo normal—Finalizó el joven encogiéndose de hombros palpando el hombro de Miles con una leve sonrisa.

Comenzaron a caminar nuevamente para dirigirse al lugar donde estaba Sam anteriormente al separarse de los muchachos del grupo. Salieron del camino principal y entraron por una pequeña desviación que los llevó a otro sitio el cual estaba tapado por la grama el cual le faltaba algún trabajo de podadora. No habían cercas, ni camino ni nada. Solo postes de luz a unos cuantos metros y a algunos árboles los cuales brindaban las sombras y la agradable brisa a pesar del fuerte sol que había.

—Este lugar es un poco grande, ¿no crees? ¿Hacia dónde crees que lleve?—Comentó Miles curioso intentando crear una nueva conversación.

—No lo sé. Me pregunté lo mismo cuando empecé a caminar por aquí, pero no creo que llegue tan lejos. No creo que sea tan grande todo esto.

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