Vacaciones Inesperadas

Capítulo 6

Capítulo 6:
Emociones a flor de piel

El mes había pasado rápido desde aquél baile de graduación. Los momentos que se presentaron aquella noche, ahora eran solo simples recuerdos en las memorias de los estudiantes. Mientras tanto, los integrantes del grupo se habían puesto de acuerdo para mantener la conversación activa en un grupo de Whatsapp y organizar cada detalle para el viaje y obtener dinero para sus noches de hospedaje.

Miles había conseguido un trabajo de tiempo completo trabajando como mesero en Nando’s Covent Garden. Una cadena de restaurante famoso en Londres por su delicioso pollo a la parrilla. Comenzaba su turno al mediodía y llegaba muerto luego de que el restaurante cerrara a las 22 h.

Mientras que Sam había logrado encontrar un trabajo paseando perros ganando 10£ la hora.
Una noche llegó derrotado a su casa, subió las escaleras hasta su habitación y se dejó caer sobre su cama. Ubicó su celular y notó que tenía varios mensajes sin leer. Desde algunos de Sam, de Gisselle y otros 448 mensajes que había en el grupo, lo cual, decidió ignorar por completo.

MILES: “¿Qué pasa tío? Logré llegar por fin a mi casa”
S
AM: “Hasta que por fin logras aparecerte hombre”

MILES: “El trabajo me tiene seco. ¿Qué quieres que te diga? Hoy quise madrear a un estúpido porque no se le pudo cambiar una orden que él mismo había pedido. Quiso buscarme problemas y por poco me le voy encima”.

SAM: “Nah, no te creo. ¿Y qué pasó?”

MILES: “Me contuvieron y me llevaron a la cocina para que pudiera calmarme y respirar”

SAM: “Pero que mal rollo hombre. Fuera estado en tu lugar y mínimo se fuera ido del establecimiento con el labio y el tabique partido en dos JAJAJA. ¿Has logrado hablar con los chicos?”

MILES: “No con todos. Solo he hablado con Gisselle. Últimamente nos hemos vuelto muy cercanos”.

SAM: “Aún sigues empeñado en comer un poco de la manzana prohibida, ¿eh?”

MILES: “No veo cual sea el problema en querer hacerlo. Nadie se ha muerto por ello.”

SAM: “Solo ten cuidado con ello viejo. Bueno, te dejo. Hoy casi me lleva por delante un auto por culpa de un pulgoso perro y quisiera descansar después de tanto estrés. Nos vemos mañana”.

Seguido de ello, decidió responder los mensajes que le había dejado Gisselle, quien había aumentado más su confianza entre los dos. Llegaban a contarse de todo. Desde las peleas que ella tenía con su padre y Lucas, y algunas situaciones depresivas por parte de Miles. Se sentían más cerca el uno de la otra, cosa que le encantaba a Miles y empezaba a gustarle también a Gisselle. Tener a alguien a parte de su mejor amiga quien la apoyara y la escuchara sin que la juzgaran. Todos estamos de acuerdo que ellas aman eso.

Y, ¿a quién no?

La mayoría quisiera tener a alguien a nuestro lado para que sea nuestro hombro en que podamos confiar con los ojos cerrados.

Al día siguiente Sam se encontraba en casa de
Miles y su hermano disfrutando del famoso Derbi del Norte de Londres. Se enfrentaba su equipo favorito, el Tottenham Hotspurs, contra su rival el Arsenal F.C. Había sido un partido picante, sin embargo, su equipo había obtenido una dramática victoria por un resultado final de 2-1.

Miles se había levantado del sillón para recoger algunos tazones donde tenían puestas las chucherías y algunas latas de Pepsi puestas en la mesita de estar que estaba en la sala.

Cuando de pronto, Sam decidió hacer una petición:

—¿Puedo quedarme a dormir?—Cuestionó esperando una respuesta rápida de Miles, quien aún, no salía de su asombro.