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Jungwon

Tenía una semana desde que la señora Park me había acompañado por mis cosas a cosas de mi papá, ahora estaba viniendo con Jay, el dormía en una habitación y yo en otra así que el contacto físico no había.

Por otra parte el papá de Jay se ofreció a pagar lo que restará de mi carrera, no sabía si eso era bueno, pero lo que si sabía es que me está llendo mejor.

Jay llegaba del trabajo y yo le tenía la comida preparada, supongo que era lo mejor podía hacer para agradecerle a el y a su familia.

Papá se enojo muchísimo por haberme casado con Jay, pero si les soy sincero considero que ha sido la mejor decisión que he tomado.

Ahora podía salir con Niki y Sunoo sin tener que dejarlos botados como anteriormente lo hacía.

Hasta ahora todo estaba de maravilla.

- ¿Jay? —dije dudando—

- ¿Que pasa? —me miro preocupado—

- Me siento mal —agache la mirada—

- Te llevaré al doctor —me tomo de la mano para salir del departamento—

- No Jay, de saludo no —se detuvo de golpe—

- ¿De que hablas? —me pregunto sin quitarme la vista—

- Cómo le voy a pagar todo lo que han hecho por mi, tu mamá con su amor, tu papá con la universidad y tú con este lugar en el que ahora vivo —suspiro— simplemente todo

- No te preocupes por eso —hizo una pausa que hizo desesperarme— a mamá le puede pagar dándole lo mismo que ella te da, a papá solo muestrale que eres merecedor de esta pagando para ti, en cuanto a mi graduate y entonces trabaja para mí.

- ¿Sólo así? —pregunté con duda—

- Solo así —estiro su mano para tomarme del brazo— te molesta si te abrazo

Negué con la cabeza, e inconcientemente empecé a llorar, hace mucho que no lloraba, aquel abrazo era reconfortante, cálido, tanto que me hizo sentir que están protegido por primera vez.

¿Nos casamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora