El Límite de la Calma

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— ¿Escuchaste sobre lo que sucedió la semana pasada?

— Oh si, Jimin se volvió un brabucón — soltó entre risas — ya se había demorado.

Al escuchar eso el rubio rompió el lápiz que tenía en mano y giró con lentitud sobre su asiento mientras empezaba a nacerle un tic en el ojo derecho.

Era suficiente para él.

— Yo... no soy ningún brabucón — soltó entre dientes aguantando las gigantescas ganas que tenía de liberar desde sus adentros un fuerte y estruendoso grito lleno de rabia.

— Vamos Park, siempre te has creído mejor que los demás y andas rebajando a la gente como si fueras el dueño de la escuela. Ni siquiera Yoongi con ese diablillo que tiene dentro es así, solo faltaba que te pusieras a golpear gente.

— ¿Me comparaste con Yoongi? ¿Min Yoongi? — Jimin soltó una risa llena de cólera y se levantó de su asiento mirándolo con resentimiento ante tal falta de respeto para él — ¿El que incendió el salón de Química y casi incendia VIVO A UN MAESTRO? ¿EL QUE FINGIÓ SER UN PROFESOR PARA MOSTRARLE EL CULO A LOS DE PRIMERO? ¿EL QUE ROMPIÓ UN VENTILADOR, VENTANAS Y LE LANZÓ EL BOTE DE BASURA AL PROFESOR CHOI? ¿EL QUE-

— Okey, Jimin, ya entendimos, ven, sentémonos antes de que explotes y terminen asesinando a alguien — Taehyung lo detuvo cuando lo escuchó hablar cada vez más fuerte, al punto de que todos los presentes en el salón empezaron a mirarlo en silencio como si estuviera paranoico.

Dios, estaba haciendo el papelón del año.

En toda su vida, Jimin nunca había explotado de esa manera o salido de sus casillas... al menos no al frente de tantas personas. En realidad, él era realmente cauteloso con sus ataques histriónicos, odia perder las riendas de las situaciones o cometer algún error, detestaba no tener clase o verse como una persona que no sabía mantener la calma.

Y desde la paliza que le dio a Kihyun lo único que ha hecho para mantenerse al margen como el buen samaritano que es, ha sido morder sus uñas. Una conducta que había superado con gran orgullo hace años, pero que con tantos problemas, volvió.

El timbre sonó y el castaño suspiró exhausto, necesitaba llevar a otro lugar a su amigo, debía calmarlo y mantenerlo en zona segura. Para resumirlo de manera breve, Jimin era como un dóberman en reposo que al más mínimo movimiento reaccionaba y empezaba a ladrar. Por suerte, hasta ahora no había mordido a nadie.

Hasta ahora...

— ¡Vamos a la cafetería!, comamos algo — Taehyung se levantó de golpe al escuchar como su voz interior hizo énfasis en ello dentro de su cabecita y agarró a Jimin del brazo dispuesto a guiarlo al comedor.

Los pasillos se llenaban con el pasar de los segundos y el rubio no pudo evitar sentirse observado. Fuera o no real, su cabeza le estaba provocando una mala pasada, estaba hostigado, como si todos lo observaran dispuestos a criticarlo como si fuera la novedad del puto año o nunca hubieran escuchado de una simple e insignificante pelea entre dos estudiantes.

Ah, claro. Olvido que era Park Jimin.

— Se supone que nadie debió enterarse, Tae.

— Bueno ¿Esperabas que Kihyun se quedara callado? sabes que él es demasiado pesado. De seguro se está haciendo la victima como el hipócrita que es.

Jimin se aproximó lo suficiente a Taehyung y lo atrajo hacía él deteniéndolo con los ojos bien saltones.

— ¡Kihyun es la victima! — susurró con fuerza mirando al castaño como si fuera un psicópata delirante.

FANCY BOY || YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora