XXXII

2 3 0
                                    

Este es su destino,

y este es el que he conseguido.

Su demonio debe ser apaciguado;

Por mí debe ser contenido.


Nos sientan frente a frente,

las purificaciones por fin se acabaran,

lo veo más feliz, más sonriente.


Su ojo derecho ya no es rojo,

es celeste invernal con un brillo de plata,

supongo que es el resultado

de ser sumergido en la helada envenenada.


Hablamos sobre él,

sobre la secta de sangre.

Nunca sintió que pertenecía ahí,

eso resulta algo tranquilizante.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 16 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Luna de Nieve y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora