Seducir a la Villana (Parte 1) (GL)

Capítulo 174: Emperatriz Zombi - El fin

Capítulo 174: Emperatriz Zombi - El fin

(Provincia Borea - Nueva Ciudad Lornto)

(Distrito Interior - Supermercado K's)

"Por favor... déjennos en paz..." suplicó desesperada una mujer mientras estiraba los brazos e intentaba esconder a los niños temblorosos detrás de ella.

Delante del supermercado había diez hombres, cada uno con tubos de acero o cuchillos caseros cuyos filos brillaban bajo la luz del sol.

El jefe del grupo tenía una sonrisa salvaje en su rostro mientras sus ojos recorrían con lujuria el cuerpo de la mujer.

"Chicos... hoy me toca a mí probar primero..." el hombre se relamió los labios mientras hablaba. Extendió su palma derecha y un rayo de energía surgió de sus dedos.

La puerta de cristal que bloqueaba la entrada al supermercado se hizo añicos instantáneamente y fragmentos de cristal volaron por el aire.

Los niños gritaron y la mujer sintió una sensación de frío en el pecho. Sabía lo que estaba a punto de suceder a continuación.

No había nada que pudiera hacer excepto cerrar los ojos y rezar para que el usuario de la habilidad la matara después de terminar en lugar de la alternativa.

¿Qué les harían a los niños?

Qu Ying ni siquiera quería imaginarlo porque sabía que algunos matones en realidad tenían preferencia por los más pequeños.

Cerró los ojos mientras el hombre entraba al supermercado y se dirigía a su ubicación.

Pasó un minuto en completo silencio y no podía oír nada más que los gemidos asustados de los niños detrás de su cuerpo.

Pasaron dos minutos y... no pasó nada.

Qu Ying abrió los ojos vacilantemente y vio a todos los miembros de la banda completamente inmóviles con una mirada vidriosa en sus ojos.

Parecían sin vida... casi como marionetas... espera...

"¡¿Maestra de las marionetas?!" Qu Ying gritó con entusiasmo porque había escuchado historias sobre una usuaria de habilidades con cierto don.

Ella era una figura misteriosa que protegía a los débiles y mataba a quienes usaban sus habilidades para dañar a los inocentes.

Algunos la consideraban una leyenda, pero demasiadas historias e informes verificados por numerosos testigos significaban que había algo de verdad en los relatos.

Qu Ying continuó gritando, pero la misteriosa maestra de marionetas nunca apareció. Finalmente inclinó la cabeza en una dirección aleatoria y gritó gracias con voz de apreciación.

A lo lejos, una mujer sonreía suavemente mientras se apoyaba en su pareja y contemplaba el sol poniente.

La mujer no era particularmente atractiva y, sin embargo, había un aura de poder y autoridad rodeando su cuerpo que era difícil de ignorar.

Las dos estaban sentadas en un vehículo blindado que estaba equipado con una torreta en el capó y cuchillas en los costados.

Qin Lan se centró en los hilos negros conectados a su mente e implantó una serie de órdenes en las cabezas de los hombres que intentaron atacar a la mujer inocente y a sus hijos.

Ahora se convertirían en los leales caballeros guardianes de la mujer y sus hijos...

Después de diez años de vivir en el apocalipsis, el dominio de Qin Lan de su habilidad fue bastante impresionante y ya no necesitaba romper las mentes de aquellos con quienes la usaba.