𝓢𝓪𝓷𝓰𝓻𝓮 𝓭𝓮 𝓓𝓻𝓪𝓰ó𝓷 || 𝕁𝔸ℂ𝔸𝔼ℝ𝕐𝕊 𝕍𝔼𝕃𝔸ℝ𝕐𝕆ℕ

𝓔𝓵 𝓯𝓻í𝓸 𝓷𝓸𝓻𝓽𝓮

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—¿Cuánto tiempo?

— Aproximadamente dos semanas, su alteza.— Dijo Lord Gerald, primo y ahora mano derecha de Alyssa.

Lord Arryn había aceptado marchar luego de un solo cuervo de su prima.

Ambos jóvenes, casi de la misma edad y de finos rasgos Valyrios, cabalgaban a la par junto a los soldados.

—¿Entonces?

—¿Entonces que?

—¿El chico Velaryon y tú?

Alyssa miró a su primo con diversión.

—Sí, bueno... Sí.

—¿Y...?

—Y si no te callas te goleparé, Gerald.

El chico de cabello blanco y ojos verdes hizo un mohin pero siguió a su lado.

—Oí que la Reina Daenys está en cinta.

Alyssa sonrió.

—Así es.—Recordó.—Es una maravillosa noticia, ¿No crees? Cuando se casó todos hablaban de como nunca podría dar herederos al Rey y mira.

El chico sonrió.

—El Valle nunca tuvo duda, aunque... ¿Si es varón...?

—¿Qué tiene que lo sea?

—El valle apoyaría su reclamo, Alyssa.

Alyssa frunció el ceño.

—No, la Heredera es la princesa Rhaenyra.— Sentenció tajantemente.—Cualquiera que intente levantarse contra ella será considerado traidor.

—Alguien quiere ser reina.

Alyssa rió ligeramente mientras negaba.

—Prima, sabes que adoro estar contigo pero el norte tiene mi trasero congelado.—Se lanzó en la cama improvisada de la Comandante.

—¿aja?

—¿Cuándo viene tu guardia? El trabajo es más pesado de lo que creí.

Ella sonrió desde su silla.

—Pronto, lo prometo.

—¿Entonces? Págame.

—¿Quieres dinero?

—Tengo más del que podré gastar.—Se encogió mientras se acomodaba para mirarla.— Dime, ¿Por qué necesitas mi presencia aquí?

Alyssa dejo Lamento a un lado mientras se tensaba, la sola idea de recordar aquellos días en los que fue prisionera era doloroso.

—Lady Mary.—Llamó a su dama, quien llegó de inmediato con su traje de enfermera.

—Mi Señora.