Prólogo.

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Hace muchos años en Japón existían varios seres mágicos y diferentes como fantasmas, criaturas inmortales, Shinigamis y demonios, todas las criaturas vivían en paz con los humanos pero habían unas que los veían como seres inferiores y estás criaturas eran los Shinigamis.

Ya que los Shinigamis veían a los humanos como unas presas que solo servían para ser asesinadas decidieron conquistarlos a todos y hacerlos sus esclavos pero lo que no sabían era que los demonios eran amigos de los humanos y los ayudaron en la guerra pero esa ayuda casi provoca la muerte de su especie por lo que tuvieron que esconderse por varios años en un lugar que estaba en completa oscuridad y era gobernado por la noche, en ese tiempo crearon un reino muy próspero para su especie.

Ese reino fue gobernado por el rey Kuraitsume y la reina Yoruyuki quienes tuvieron un único hijo llamado Kagekao el cual era un Alfa, años después los Shinigamis atacaron un reino que había sido aliado de los demonios antes de la guerra por lo que decidieron ayudar a aquellos humanos.

Cuando el reino estuvo a salvo el rey le preguntó al rey Kuraitsume con que podría agradecerle su ayuda y el rey Kuraitsume dijo que en su familia iba a nacer un Omega de gran belleza, bondad y elegancia por lo tanto ese Omega debía ser entregado a su único hijo el principe Kagekao, el rey de los humanos pensaba que nunca podría cumplir eso ya que no había nacido ningún Omega en años pero de cualquier forma aceptó la propuesta.

El rey Kuraitsume le dió la mano al rey de los humanos y este le correspondío, cuando los dos se dieron la mano la reina Yoruyuki dijo un hechizo y al rey humano le apareció una marca en el cuello que segundos después desapareció y el rey Kuraitsume le explicó que esa marca era la promesa de que cuando naciera ese Omega debería ser entregado a su hijo y para saber cual sería ese Omega al nacer tendría aquella marca en el cuello.

Cuando se hizo esa promesa los demonios regresaron a su reino y el rey de los humanos hizo pública aquella promesa como señal de que su descendencia la cumpliría sin importar cuánto tiempo pase.

Los dos demonios le explicaron a su hijo aquel trato que hicieron con el rey de ese reino y el niño sabía que no importa cuánto tiempo pase esa promesa se cumpliría porque después de todo los demonios no envejecían, todo era paz para todos los reinos pero eso no duró mucho ya que los Shinigamis planearon un ataque al reino de las sombras para matar a todos los demonios sobrevivientes.

Kuraitsume y Yoruyuki sabían que nadie iba a sobrevivir si atacaban el reino por lo tanto decidieron sacrificarse para salvar al reino y a su hijo, los reyes se despidieron del pequeño Kagekao y fueron a enfrentar a los líderes de los Shinigamis los cuales eran Áscarís y Scollex unos viejos enemigos de los padres de Kagekao y los cuales se volvieron líderes tras declarar la guerra a los humanos.

Pasaron varios meses desde que los reyes se fueron y no había ninguna noticia de ellos hasta que un día el pequeño Kagekao había salido al bosque con un par de guardias y encontraron un par de cuerpos totalmente despedazados y se concluyó que eran sus padres, aunque le dolía en el alma la muerte de su madre y su padre el reino necesitaba un líder y él era el heredero al trono por lo que tuvo que entrenar por varios años hasta que cumplió la mayoría de edad y se convirtió en el rey.

Pasaron 100 años y el reino de los humanos estaba celebrando que el príncipe había sido coronado Emperador y se había casado con una Omega la cual era su pareja destinada, lo que no sabían era que ellos serían los que tuvieran que entregar a su hijo al demonio de las sombras.

Hola hermosos lectores y lectoras😘

Les presento mi nueva historia la cual está inspirada en la historia de origen de Kagekao en la cual el es hijo de dos demonios japoneses.

Además está historia será un Omegaverse, el primero que escribo pero espero hacerlo bien y contar con su apoyo para seguir con esta idea.

Adiós~😍💖😻💗❣️💞😘♥️💋☺️😚

SOY EL OMEGA DEL DEMONIO DE LAS SOMBRAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora