POV. Viridiana
Llegue temprano al café.
Ignore por completo todo y camine hasta la "oficina" de mi jefe.
-¿Se puede?-. Dije del otro lado de la puerta.
-Adelante.
-Oh, Viri. Que gusto verte.
Se acercó a tomar mis manos. No lo veía hace algunos días, generalmente el se va cuando yo llegó; solo esta aquí la mitad del día.
Me llevaba tan bien con el, lo veía casi como un padre o abuelo. Desde que me conoce no ha hecho más que tratarme bien y hacer que lleve una mejor vida.
-Lo mismo digo.
-Y dime, ¿por qué estás aquí?-. Preguntó dudoso.
El sabia perfectamente que no vine solo a saludarlo.
-Quería pedirle algo-. Agache mi mirada.
Nunca venia a pedir nada, me sentía apenada en estos momentos.
-Si me puedo tomar el día-. Solté de golpe y cerré mis ojos apretandolos.
Solo esperaba que dijera que si, no quería decepcionar a Diego.
-Ay, Viri. Por supuesto que si, jamás me pides nada; claro que te daré el día.
-¡No hay ningún inconveniente?
-Ninguno.
-¿Y quien cerrará más tarde?-. Pregunté preocupada.
-Yo vendré más tarde, tu no te preocupes.
-Sal, diviértete y espero me presentes pronto a ese muchacho.
Reí nerviosa, como es que sabía de él. Se me notaba tanto que estaba enamorada.
-Gracias-. No dije nada más y salí de ahí.
Baje las escaleras saltando de la felicidad. Salí del café directo a mi casa, tenía que estar lista en un rato. Diego me avisaría sobre como estaría todo.
(........)
~Linda, paso por ti en una hora.
No puedo esperar para verte.Fue el mensaje que iluminó mi pantalla.
Tenía que apurarme para estar lista a tiempo, ya había empezado pero aun no terminaba.
Ajuste pequeños detalles y salí de mi casa. Diego me avisó que en un minutos llegaba, así que comencé a bajar mi edificio.
Llegue a la acera y ahí estaba el, recargado en su auto mirando hacia un costado.
Me acerque a él y me abalance a sus brazos, lo tomé por sorpresa.
Tardo unos momentos pero acepto mi abrazo para después besar mis labios.
-Te extrañe-. Me miró a los ojos.
-Y yo a ti, Diego.
Sonreímos aún a centímetros de nuestros rostros.
-Traje algo para ti, espero y la uses-. me extendió una playera.
De colores blanco y verde, era la del Santos. Por detrás estaba su nombre y el número 10.
-Gracias, la usaré esta noche.
-Pero vamonos, que se nos hará tarde.
Subimos a su auto, manejo hasta el estadio. Parecía ir hacia el estacionamiento trasero.
-Te voy a tener que dejar aquí, me dieron la oportunidad de venir por ti pero tengo que ir con ellos cuanto antes.
-Si, no te preocupes. Estaré bien-. Le sonreí.
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Prohibido (Diego Valdes)
FanfictionEmpieza con un amor puro y sincero que con el pasar del tiempo se va pintando de negro. Todo se va revelando cambiando por completo el rumbo de la historia.