Prohibido (Diego Valdes)

Capítulo 7.

POV. Viridiana

Me miró fijamente por unos segundos.

Yo no sabía que decir, ni si quiera se porque pregunté eso.

Diego también parecía esperar una respuesta y al no obtenerla simplemente se bajo del auto y me ayudó a bajar.

-¿Podemos entrar?-. Que pregunta más estúpida.

Diego solo asintió.

Vi como bajo sus cosas del auto, yo mientras me adelante y tomé camino.

Diego no tardo en alcanzarme, un paso mio eran tres de él. Ser tan chaparra aveces no me gustaba.

Entramos a mi departamento y deje que Diego se pusiera cómodo, coloqué mis cosas en la entrada mientras Diego se sentaba en el pequeño sofá.

-¿De verdad estás celoso?-. Pregunté entrando a la sala.

-Si.

-Pero si no hay por qué.

Me senté sobre sus piernas, mientras jugaba con el borde del cuello de su camisa.

-Solo no me gusta ese tono de Jordan, además es mucho más joven que yo.

-¿Joven?-. Dije dudosa.

A que venía todo esto.

-Si, ¿a ti te molesta mi edad?

-Ni si quiera la conozco.

Claro que habíamos hablado antes, pero nunca de nuestra edad y ha decir verdad hasta ahora no le había tomado importancia.

-Tengo 28-. Soltó sin más.

Me tomó por sorpresa. Casi de inmediato baje de sus piernas.

-Yo tengo 18.

Jamás me había puesto a pensar en la diferencia de edad, claro que se ve mucho mayor que yo pero no pensé que nos lleváramos 10 años.

-Los muchachos iniciaron con burlas respecto a que te ves mucho más joven que yo.

-Y ha decir verdad, eso me da miedo, me da miedo que eso sea un inconveniente para estar juntos.

Me miraba directamente los ojos, parecían rogarme.

-Pues si es mucha diferencia.

Vi que su mirada se torno en una preocupada.

-Pero no creo que importe, verdaderamente me haces feliz. No importan unos años de más.

Sonreí al igual que el y volví a sentarme sobre sus piernas.

-Me encantas, niña.

Comenzó a llenarme de besos.

-Pero definitivamente no iras de nuevo a un partido mio.

-¿Por qué?-. Cuestione.

-No quiero que se te vuelvan a acercar mis compañeros.

-Ay Diego, claro que voy a seguir llendo.

-No.

-¿Ya no quieres que vaya a apoyarte?

-Claro que si, pero tendrías que verte con ellos o hablarles y no me gusta eso.

-Que tal si a solas intentan algo más, decidido no vas. Mejor me apoyas desde aquí, viéndome en la televisión.

-Diego no me vas a tener encerrada aquí. Y no veré tus partidos por televisión, me gusto mucho ir a verte al estadio.

-Y por tus compañeros no te preocupes, a mi solo me gusta una persona.