Prohibido (Diego Valdes)

Capítulo 6

POV. Viridiana

"Tenemos ordenes de que nos acompañe" fue lo único que me dijeron.

Me habia asustado pero no me negue, me daba curiosidad saber a donde me llevaban.

Algún día ser tan curiosa me va a matar, bien dicen "La curiosidad mató al gato".

Solo esperaba que esta vez no fuera así.

Al acompañarlos, el camino para mi era desconocido. Parecía ser pasillo de jugadores, logré ver a varios. Tanto del equipo local como del visitante, pero fueron muy pocos.

"Aquí es" fue la segunda oración que escuché.

Era una gran puerta, supe que eran los vestidores de Santos por la puerta, totalmente decorada con sus colores, el escudos y varios jugadores.

Además de la evidente placa que decía "Vestidores del Club Santos".

Me quedé parada frente a la puerta aún no estaba segura de entrar, mire a los hombres que me acompañaron. Estos solo me miraban fijamente.

Aún temerosa solo empuje la puerta.

Al abrir los ojos pude ver a muchos hombres, los cuales me miraban fijamente de arriba hacia abajo.

Me quedé perpleja frente a ellos.

Algunos sin camisa o en ropa interior. Y su mirada amenazante y curiosa hacia mi, me examinaban de arriba hacia abajo.

Eso me ponía sumamente nerviosa e incomoda, se estaba tornando en un ambiente tenso.

Apenas iba a retroceder cuando vi a Diego en el fondo. Éste inmediatamente noto mi mirada y se giro a verme, en un salto se levantó y camino hasta a mi con una sonrisa.

Estaba embobada, caminaba tan decidió hacia mi. Con una toalla a la cintura, dejándo ver todo su torso mojado.

Su cabello desordenado y mojado también, sus tatuajes que lo hacían ver aún mejor y su barba algo recortada que no había notado hace unas horas.

-Tardaste, linda-. Reclamo.

-Si, iba admirando el camino-. Respondí nerviosa, mirando hacia un costado.

Las miradas sobre nosotros eran más y aún más intensas, sin contar que tener a Diego así y tan cerca de mi me ponía mal.

Diego solo río y tomó mi mentón para besarme.

-¿Te molesta si me esperas afuera?

Trague grueso y solo negué con la cabeza, sentía mis piernas temblar.

-Bien, los hombres que te acompañaron te dirán donde esperarme. Prometo no tardar-. Volvió a besar mis labios, pero esta vez de pico.

Un "mjm" fue lo único que salió de mi boca, como pude salí de ahí.

Al salir por fin pude soltar todo el aire que tenia retenido. Como pude le indique a los hombres lo que necesitaba y me llevaron a una sala no muy lejos de los vestidores.

Según me dijeron ahí se queda la familia de los futbolistas.

Tome aire y entre, había varias personas. Entré y salude con un simple "Hola, buenas noches".

Algunos me saludaron y sonrieron, mientras otras seguían en su mundo.

Tome asiento en uno de los sillones pero no tarde mucho en ir al baño, es una costumbre mía.

Al entrar, por fin pude respirar bien. Inhale y exhale profundo, trataba de procesar todo lo que había pasado. Desde lo incómodo que es que te vean muchos hombres semi-desnudos hasta tener a Diego frente a mí.