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Entre las paredes...

El olor del pelo de Camilo era cautivante, no pude evitar hundir mi  nariz en sus rizos y disfrutar del olor.

Camilo: B-Bruno, ya no puedo...

Por un momento olvidé que seguía tocando a Camilo.

Deje de presionar su lugar especial y me concentre en tratar de dilatarlo un poco más.

Bruno: Aguanta, esto apenas empieza.

Lo acerque para besarlo mientras retiraba mis dedos de su interior, pude sentir como se sobresalto cuando salí de él.

Es tan lindo.

Bruno: Estas listo?

Camilo: Estoy listo desde ayer. Literalmente.

Sonreí por su respuesta, no importa el momento, él nunca deja de ser él.

Me acomode para tener una mejor posición.

Tome mi miembro erecto y lo acomode en su entrada dilatada.

Empuje levemente para que la cabeza entrará, su interior era apretado pero muy suave y caliente, no podía esperar para meterla toda.

Bruno: Como se siente?

Camilo: D-Dame un momento.

Camilo apretaba mis hombros con fuerza, después de todo es su primera vez, no debe ser nada fácil.

Tube paciencia, aunque eso significará reprimir todo el deseo que sentía.

Cuando estaba a punto de preguntar de nuevo Camilo empezó a moverse por su cuenta.

Sus movimientos eran suaves, pero cada vez que bajaba yo estaba un poco más adentro.

Camilo: Yo soy él de los brinquitos y tu eres él que me pide que pare.

Trato de tomar las riendas del asunto, pero su cara sonrojada y su voz débil no hizo más que sentir ternura.

Pero no quería quitarle el placer de sentir que él tiene el control, entonces solo lo tome de las caderas para acompañar el movimiento.

No podía simplemente no hacer nada, el deseo me estaba matando, entonces decidí besarlo.

Intente usar mi lengua pero sentí un escalofrío de su parte.

Camilo: Creo que me voy a venir.

Bruno: Entonces hay que disfrutar al máximo.

Esta vez fui directo con la lengua y me enfoque en su disfrute.

Camilo estaba disfrutando tanto que me cedio el control de las embestidas e inevitablemente empecé a ser más brusco.

Bruno: Yo también quiero terminar.

Lo dije como si estuviera lejos del clímax pero realmente yo también estaba a punto de venirme.

Mientras seguía besando a Camilo empecé a jugar con su pene.

Pequeños gemidos de Camilo se hacían oír entre el sonido de los besos y las embestidas.

A cada segundo solo podía subir la intensidad, más fuerte, más rápido, más profundo.

Cuando sentí que ya no podía más me separe de Camilo y junte nuestras frentes.

Termine dentro de él y él acabó en mi estómago.

Nuestras respiraciones se mezclaban mientras una sonrisa pícara se formaba en la cara de ambos.

Bruno: Estamos locos.

Camilo: Tú me vuelves loco.

Dijo y yo me reí.

Bruno: Y tu a mi...

Quería volver a besarlo, besarlo y estar con él sin importar el tiempo, sin importar nada.

Pepa: ¡Camilo! Vas a volverme loca, ya es tarde.

Ambos nos miramos asustados.

Que vamos a hacer ahora?

Nadie puede saberlo | Bruno x Camilo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora