PRÓLOGO: EL GRAN VIAJE

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Ben estacionó su motocicleta con calma en el estacionamiento de su casa pues el auto de sus padres no estaba y le evitó tener que maniobrar.

Bueno, el auto no estaba, pero eso no significa que ambos se fueron.

―¿Mamá, papá? ¡Ya estoy en casa! ―No escuchó ninguna respuesta y eso lo llenó de emoción mientras realizaba una llamada.

¿Ben, ocurre algo? ―Le respondió su compañero al otro lado de la línea.

―Hola Rook. La verdadera pregunta es si ocurre algo en tu patrullaje.

La verdad es que no ¿Necesitas algo?

―Oh no, nada, solo decirte que... Tengo casa sola. ―Le respondió con picardía.

Dame tres minutos.                                 

                                 

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Cinco años recorriendo el universo entero despiertan mil sentimientos en las personas, descubres cosas del exterior y de ti mismo que ni siquiera te imaginas y luego de recorrer una distancia sin igual, te das cuenta que aquel que es tu alma gemela, ya corrió hacia ti desde tan lejos.

Esas son las lecciones que aprendió Ben Tennyson tiempo antes de regresar a casa, para entonces, Kevin no dejaba de preguntarles quién era el que dominaba en la habitación sólo para molestarlo.

Pero esas son las cosas que no importan cuando ni bien pisas tierra, descubres que la organización donde trabajas aprovechó tu ausencia para prepararte como regalo los cimientos de tus futuros cuarteles; claro, volver a medio trabajo significaba seguir viviendo con tus padres por un tiempo o con tu pareja en la base, pero recuperar el tiempo perdido con tu familia y contarle tus aventuras y los extraños seres que conociste en el inmenso estrellado valían la pena.

¿Fue una sorpresa para todos los que recibieron la noticia de su noviazgo? ¡Claro que fue una gran sorpresa! ¿Pero esas cosas importan cuando ves feliz a tu hijo o nieto? Para nada. A menos que seas gran fan del héroe más cotizado en cinco galaxias o tal vez más.

Al menos, la mayoría supo resignarse porque sabían que Ben defendería a Rook antes de dejar que hablaran mal de él. Por otro lado, Rook luchó a puño limpio contra Fistina para salvar a Ben de sus celos. Una transferencia a otra galaxia fue suficiente para evitar un segundo altercado de esa índole y ambos siguieron felices con su relación, acompañada con el mejor trabajo del universo.

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Ahora mismo, Ben se hallaba aferrado con las piernas a la cintura de su compañero, jadeante y sujeto con firmeza por los brazos, mientras su compañero no podía detener sus salvajes embestidas y sus guturales jadeos, excitado de ver tan complacido y desesperado a su compañero.

―Más~ ¡Más~! ¡¡Aahh~ ROOK~!!

―Ben~ No dejas de ser tan estrecho~ Aah~ ¡Me encantas! ―Se prometían amor y placer hasta que el tono de llamada casi les provocaba un orgasmo por el susto.

La vida que nos esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora