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Carlos esperaba con impaciencia en su apartamento, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho mientras revisaba una y otra vez su teléfono en busca de noticias de Charles. Sabía que su amante estaba atrapado en una relación infeliz con Lewis, y cada minuto que pasa sin noticias suyas solo aumenta su ansiedad y su preocupación.

Finalmente, el mensaje de Charles llegó, y una oleada de alivio lo inundó. Sin perder un segundo, se apresuró a prepararse para su encuentro, eligiendo cuidadosamente su atuendo y aplicando con esmero cada detalle de su apariencia. Cada gesto estaba imbuido con el deseo ardiente de ver a Charles, de sentir su presencia cerca una vez más.

Con el corazón lleno de expectación, se encaminó hacia el restaurante donde había planeado encontrarse con el menor, dejando atrás los miedos y las dudas que habían plagado su mente momentos antes. Sabía que este momento con Charles era un escape de la realidad, un oasis de amor en un mundo que no comprendía su relación.

Los ojos de Carlos brillaron con una mezcla de emoción y gratitud mientras abraza a Charles con fuerza, como si temiera que este momento fuera solo un sueño fugaz. En medio de la noche, rodeados por el cálido resplandor del restaurante y el suave murmullo de la conversación, Carlos se sintió completo una vez más, sabiendo que, aunque su amor no fuera correcto, era real y verdadero.

— Estoy tan feliz de verte aquí. Te extrañé mucho.— Sonríe con ternura y deja un suave beso en la mejilla blanquecina de Charles.

— Yo también te extrañé, cariño. Estar contigo es como escapar de todo lo demás.— Devuelve la sonrisa, con los ojos brillantes de emoción.

Entre pláticas vagas llegan los platillos ordenados por Charles, conoce tan bien a Carlos que no duda sobre lo que va a comer; Siendo acertado, el castaño suspira anhelando devorar en segundos el plato frente a él con su comida favorita.

El resto de la noche transcurre entre risas compartidas, miradas cargadas de amor y confesiones susurradas entre platos vacíos y copas medio llenas.

Carlos observa mientras las lágrimas empañan los ojos de Charles, sus palabras cargadas de dolor y frustración resonando en el aire entre ellos. Se siente conmovido por la vulnerabilidad de Charles, pero también experimenta una punzada de ira impotente hacia Lewis por causarle tanto sufrimiento.

— Estoy aquí para ti.— Pone su mano con suavidad sobre la fría de Charles.

— A veces me pregunto si estoy aferrándome a algo que ya está rotó. — Sollozando suavemente.

Carlos lucha contra la ira y el resentimiento que arden dentro de él, consciente de que debe mantener la compostura para consolar a Charles en su momento de necesidad.

— Charles, entiendo lo difícil que es para ti. Y aunque desearía poder solucionar todo, sé que no puedo. Pero lo que sí puedo hacer es estar para apoyarte y amarte a través de todo esto, sin importar qué pase.— Dice con voz calmada pero cargada de emoción.

Charles asiente con gratitud, sintiendo el amor y el apoyo incondicional de Carlos envolviéndolo como un manto cálido en medio de la tormenta. Aunque las lágrimas siguen cayendo, también siente un destello de esperanza naciendo en su corazón, alimentado por el amor que comparte con Carlos y la posibilidad de un futuro donde puedan encontrar la felicidad juntos.

En un momento de dulzura y complicidad, Charles se siente abrumado por las palabras amorosas de Carlos, y con un suspiro de emoción, se inclina hacia adelante y captura sus labios en un beso tierno pero apasionado. Carlos corresponde al gesto con igual intensidad, dejando que el amor que siente por Charles fluya a través de cada roce de sus labios.

El beso se prolonga, llenando el espacio entre ellos con una calidez reconfortante y una conexión profunda. Pero eventualmente, la necesidad de aire los obliga a separarse, se quedan mirándose el uno al otro con complicidad y pasión en sus ojos.

MOTH TO A FLAME | Charlos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora