flame

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El aire fresco de la tarde acariciaba su rostro mientras se dirigía hacia el lugar donde se celebraría la fiesta de Max. Sentía una mezcla de emociones que revoloteaban en su pecho: la emoción por reunirse con sus amigos y la confusión que lo embargaba desde los mensajes de Carlos. Cada paso lo acercaba más al bullicio de la fiesta, donde la música y las risas se mezclaban en el aire, creando una atmósfera de celebración.

Al llegar, fue recibido por Checo, quien lo saludó efusivamente y lo condujo hacia el grupo de amigos que ya se encontraban reunidos en un rincón del lugar. Charles saludó a cada uno con entusiasmo, intercambiando abrazos y sonrisas con aquellos a quienes consideraba su familia. Sin embargo, su corazón latía con fuerza cuando finalmente llegó frente a Carlos.

Notó la incomodidad reflejada en la mirada de Carlos, un gesto que no pasó desapercibido, pero decidió no darle mayor importancia en ese momento. Con una sonrisa forzada y un beso en la mejilla, saludó a Carlos como lo hacía con los demás, intentando disimular la turbulencia de emociones que lo invadía en ese instante.

El ambiente festivo y la alegría de estar rodeado de sus amigos ayudaron a calmar sus pensamientos por un momento, pero Charles sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse a la situación con él. Por ahora, se permitió sumergirse en la fiesta y disfrutar del momento, pero en lo más profundo de su ser, la confusión y la emoción seguían latentes, esperando ser resueltas.

La llegada de Max al lugar marcó el inicio de un momento lleno de alegría y emoción. Sus amigos lo recibieron con gritos de "¡sorpresa!", y Max no pudo contener una amplia sonrisa de agradecimiento mientras saludaba a cada uno de ellos. Checo, con su característico entusiasmo, lo recibió con un beso en los labios que llenó el ambiente de ternura y amor.

— ¡Wow! ¡Qué sorpresa tan increíble! No puedo creer que hayan organizado todo esto.

— ¡Feliz cumpleaños, querido! Te lo mereces todo y más.

— Gracias, Checo. Esto es realmente asombroso. Y gracias a todos ustedes por estar aquí.

— ¡Feliz cumpleaños, Max!.— Se acerca Daniel con un pequeño pastel.

Los abrazos y los regalos fluían mientras todos expresaban su cariño y afecto por Max en su día especial.

Cuando llegó el turno de Charles, Max notó el resplandor del lujoso anillo en su mano y su mirada se detuvo en el brillante adorno con sorpresa. Con delicadeza, tomó la mano de Charles y examinó el anillo con admiración, sus ojos brillando con emoción ante la revelación.

La sonrisa de Max se ensanchó aún más, contagiando a todos los presentes con su felicidad. Levantando la mano de Charles, Max atrajo la atención de todos, provocando vítores y aplausos llenos de júbilo y alegría. Sin embargo, entre la multitud emocionada, una figura permanecía en silencio, observando con una expresión difícil de descifrar.

— ¡Espera un segundo! ¿Charles?.— Lando se acerca a mirar en anillo a detalle.

— Sí, amigos. Es exactamente lo que están pensando.— Dice nervioso y con obviedad.

— ¿Significa que...?.— Menciona incrédulo Alex.

— Sí, Lewis y yo nos comprometimos.— Asiente con una sonrisa.

— ¡Eso es increíble!.— Dice Pierre con emoción, abraza efusivo a Charles quien se siente ahogado de repente.

— ¿Por qué no nos dijiste nada antes?.— Max se cruza de brazos fingiendo indignación.

— Queríamos esperar el momento adecuado para compartir la noticia.— Charles dice apenado y Checo lo abraza por los hombros.

— Bueno, ¡estamos encantados por ustedes dos! ¡Felicidades!

MOTH TO A FLAME | Charlos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora