2. Una escuela muy especial.

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Sayuri estaba sentada en la parada del bus, le dolían los pies de andar, así que decidió sentarse en el único lugar cubierto que vio. 

No era tan estúpida como para no conocer el mundo, a pesar de vivir en una aldea aislada de toda civilización, sabía lo básico del mundo actual. Gracias al televisor, por supuesto. Aún así, le faltaban las habilidades sociales esenciales para ese nuevo mundo. 

Una cosa era ver el mundo a través de una pantalla y otra muy distinta, era verlo con tus propios ojos, experimentarlo. Ahora que estaba en la ciudad, se daba cuenta de eso. Escuchaba el ruido de la ciudad, el claxon de los coches, los motores de los vehículos, la gente hablando, los semáforos pitando... Todo era un caos que la abrumaban, pero al mismo tiempo se sentía fascinada. Era como un bosque artificial, lleno de sonidos y con edificios tan altos que podrían tocar el cielo. También olía diferente, a humo y gasolina, pero también a comida. Había tantos olores mezclados. Para aquellas personas que vivían ahí todo era normal, pero ella estaba acostumbrada a un ambiente más tranquilo.

No sabía dónde ir, no tenía dinero. Solo llevaba su mochila en la espalda mientras esperaba algo que ni siquiera comprendía.

Se había ido demasiado rápido, sabía que Ryujiro la buscaría y quería huir de casa cuanto antes. No había pensado demasiado en sus acciones y ahora se veía sola en una parada de autobús, cansada de andar durante horas hasta llegar a esa ciudad... Ni siquiera se había despedido de Kai, ni una carta, ni un mensaje. Era el único que había sido bueno con ella, que la había tratado como a una hermana. Se arrepentía profundamente, pero él la comprendería, esperaba que la entendiese... Sí, seguro que él la entendería, siempre lo hacía, casi como si pudiera leerle la mente. Intentó pensar palabras de despedida, quizás podía mandarle una carta o algún mensaje, pero se dio cuenta que no tenía idea de que iba a decirle, no sabía como despedirse adecuadamente. 

Sayuri suspiró. Al menos así, tendría la oportunidad de verlo de nuevo. Despedirse era asumir que no le vería de nuevo. 

Por el rabillo del ojo vio una sombra moverse, parecía tener forma humana pero totalmente oscuro. Un ser sin ojos ni nariz, solo una boca enorme que sonreía. Sus brazos eran demasiado largos hasta arrastrarlos por el suelo, solo tenía tres dedos que enrollaba alrededor del cuello de una joven. Aquel ser estaba echado sobre la espalda de la mujer. Era desagradable, pero al mismo tiempo no podía apartar la mirada como si estuviera hipnotizada. La mujer movió la cabeza en círculos frotándose la nuca. Puede que no pudiera ver lo mismo que ella pero debía de sentir malestar en el cuello. ¿Qué pensaría esa mujer si supiese que ese malestar no eran agujetas o una contractura sino los dedos de aquella criatura presionando su cuello? 

Se levantó y se acercó a la mujer despacio, por suerte estaba de espaldas y no podía verla. Estiró la mano atravesando a la criatura por la espalda, podía sentir el calor en su mano y como se extendía por el brazo. Su mano tocó el hombro de la mujer y esta se giró justo a tiempo. La maldición explotó y se convirtió en polvo, en el mismo momento en que la mujer la miraba confundida, no podía ver lo mismo que ella. 

Clan Iekami (Satoru Gojo x OC) (Jujutsu Kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora