Mes 1. Semana 2- El mayor de los viajes

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La gente no cree en el destino. Piensan que todo está sujeto al azar y que es imposible que un milagro ocurra, pero... Hay veces que eso no es así. El viento se agitó y el cielo se oscureció cuando Twisted se puso tenso:

-Escúchame, Kaedra. Iré solo... -.

Kaedra iba a protestar, pero Twisted la calló con una mano:

-Mis ojos serán tus ojos, lo verás todo... Pero iré solo -.

El aire se enfrió y un halo de luz dorada apareció entre las nubes del cielo. El halo de luz fue tomando forma hasta crear un ojo. Un ojo gigante y dorado que miraba toda la ciudad desde el cielo. Twisted se tapó el ojo derecho con la mano mientras el ojo gigante buscaba su objetivo. Graves se acercó por detrás:

-Twisted Fate... El hombre capaz de romper el espacio. Obsérvalo bien, Kaedra. Pocas veces utiliza "Destino" -.

El ojo derecho de Kaedra empezó a fallar y todo se volvió oscuro. Pero unos instantes después podía verlo todo por dicho ojo. Twisted se incorporó:

-Lo he encontrado -.

El aire se detuvo. Twisted sacó una baraja de cartas y las arrojó al aire. Las cartas volaron hacia el cielo y se perdieron. Otras cartas formaron un círculo bajo los pies de Twisted, lo bastante grande como para rodearlo por completo. Las cartas brillaron con los colores amarillo, rojo y azul y emitieron un destello hacia el cielo, como un pilar de luz:

-Con esto saldo mi deuda, Kaedra -.

El pilar de luz creció hasta engullir a Twisted y antes de que pudieran darse cuenta había desaparecido. Se hizo la calma... Pero Kaedra lo estaba viendo todo con su ojo derecho.


"Suburbios de Valoran: Historia de Twisted Fate"

El aire era denso y asqueroso en el callejón donde Twisted había aparecido. Al fondo del callejón había una puerta destartalada que conducía a unas escaleras que bajaban hacía lo más profundo. Twisted entró por la puerta y bajó las escaleras. No tardó en llegarle un olor nauseabundo de putrefacción. El suelo estaba pegajoso y mojado y conforme bajaba, más frío hacía y menos visibilidad había. De pronto algo brilló en la oscuridad. Una antorcha, una celda, un prisionero. Twisted se arrodilló junto a la celda. Parecía una especie de manatí con una espátula en la mano. Estaba muerto. Twisted se levantó y siguió caminando. El techo era bajo y estaba lleno de humedad. la luz anaranjada de las antorchas daba una visión macabra de los cadáveres de las celdas. Finalmente el pasillo dio a una sala circular abierta. Había todo tipo de armas colgadas en las paredes; Cuchillos, shurikens, dagas, espadas delgadas, mandobles... . Un círculo de antorchas iluminaba la sala. Había un prisionero de rodillas y esposado a la pared por las muñecas. Su pelo rubio, sucio y alborotado hizo difícil a Twisted reconocerlo:

-Ezreal -.

Ezreal levantó la mirada. Una mirada vacía de toda esperanza:

-¿Vienes a rematarme? -.

Twisted lanzó una carta que partió los grilletes:

-Vengo a sacarte de aquí. Ahora largo -.

Ezreal se desmoronó en el sitio. Había perdido el conocimiento. De pronto las sombras crecieron y se agitaron las llamas de las velas:

-Sal de las sombras -.

Una sombra se movió y entró en el círculo de luz. La sombra se alzó y tomó forma. Un hombre ataviado en ropajes rojos ajustados. Hombreras y pecho era su única protección. Los guantes de ambas manos tenían resortes que accionaban dos cuchillas con forma de "U". Una máscara de rejilla apenas dejaba ver unos ojos rojos como la sangre:

Memorias de un invocadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora