—¿Ya llegamos? –preguntó adormilado– ¿porque no me despertó?
—Pensé que era mejor no despertarlo.
—Gracias, pero creo que será mejor que salgamos de una vez, ¿no lo cree?
—Sígame. Deje las maletas en el auto, alguien vendrá por ellas. –notó como Clark salía del auto algo indeciso –¿Está nervioso?, que raro.
—Sí, usted mismo me platicó que Alfred era una persona aterradora y estricta. ¿Y si se da cuenta de que le estamos mintiendo? –lo tomó del brazo.
Bruce rió levemente y colocó su mano sobre la de Clark.
—Si tienes miedo finge que me amas... Al menos mientras estemos frente a él.
Bruce caminó hasta la entrada de la gran mansión, Clark iba como un niño pequeño detrás de él, mientras miraba a su alrededor, recién y habían llegado en la tarde debido a paradas continuas.
—Ya llegamos, Alfred.
—Señor Wayne, bienvenido a casa. –saludó el mayordomo.
—No vine solo. Cómo te recuerdo, me he casado con mi ahora esposo. Él es Kal-El. – Bruce lo toma de la mano y lo jala hacia delante, ya que Clark se hacia el difícil.
—Un gusto, señor Kal.
—El gusto es mío, Alfred. –rió nervioso– Bruce me ha contado sobre usted durante todo este tiempo.
—Ojalá que hayan sido cosas favorables.
—Si, por supuesto.
—La comida está lista, el largo viaje los debe tener hambrientos.
Una vez que los tres pasaron al comedor, Alfred comenzó con las preguntas.
—Supongo que usted se especializó en fotografía en Nueva York.
—Si, bueno, algo parecido. En ese entonces, yo trabaja en mi primera revista local. ¿Lo recuerdas, Brucie?, cuando casualmente fuí a ese evento e incluso te tome un par de fotografías para mí revista.
—Claro, después conversamos y supe que tú padre manejaba la empresa, tu solamente cumplias con una prueba que él te había puesto para después ocupar su cargo como el dueño. –continuó Wayne.
—Si no fuera por eso no sé que estaríamos haciendo ahora. –sonrió– Fue algo muy lindo.
—Señor Kal. –el mayordomo lo miró con seriedad–¿Usted en verdad ama al señor Wayne?, diga la verdad.
Clark se quedó en blanco al escuchar tal pregunta, a la cuál no sabía correctamente la respuesta, sin embargo, era bueno improvisando.
—¡Por supuesto!, me casé con él porque lo amo. –volteó a mirarlo y le mostró una cálida sonrisa, Bruce también lo vió y simplemente tragó saliva con una pequeña muestra de preocupación en su cara, no porque lo fueran a descubrir, sino porque estaba sintiendo cosas hacia Clark, las cuales debía ahogar.
ESTÁS LEYENDO
𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍 | superbat
أدب الهواةBruce Wayne acepta tener una cita a ciegas para contentar a Alfred. Por su parte, Clark Kent está cansado de estar soltero y decide probar suerte en una app de citas para conseguir pareja. Pero el plan cambia cuando Barry, su desempleado rommie husm...