Capitulo 3.

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Era momento de que Clark mostrara sus dotes de actor, ahora sería Kal-El, un fotógrafo por hobbie y un arrogante empresario por convicción.

Quizás hasta la mismísima copia de Bruce Wayne.

No podía negar que su amigo Barry había hecho un buen trabajo como su diseñador de imagen, ni siquiera el se reconocía, después de todo, tal vez y esto funcione.

Tantas ideas daban vuelta en su cabeza, hasta que aquella voz masculina antes ya conocida lo regreso a su centro.

Señor 'El',  ¿usted es el señor Kal-El?

Clark lo miró con nerviosismo, pero recordó su papel como actor.

—Sí, por favor, tome asiento. –carraspeó– Disculpa que sea grosero, pero no recuerdo ni siquiera tu nombre, ¿Podrías repetirlo?

—Mi nombre es Bruce Wayne.

—¿Bruce, qué?

—Bruce Wayne, dueño de Wayne Enterprises y casi toda ciudad Gótica–el empresario extendió su mano con la tarjeta de presentación.

Era más caballeroso por mensajes, pensó Kent.

—Empresario, eso suena aburrido. –se burló.

—Quizás más que ser un fotógrafo, ¿no lo cree?, ¿trabaja para una revista o es solo por hobbie?

Clark lo miró ofendido, pero trató de disimular, aunque sus palabras no lo fueron.

—Ah, no había escuchado nada sobre tí, tal vez no seas tan relevante, disculpa, ¿si puedo hablarte de 'tú'?

—Claro, se supone que estamos en una cita, así entraremos más en confianza. –respondió Wayne.

—Sí, aunque no suelo salir con el mismo tipo más de una vez. –expresó con hostilidad.

—Bueno, entonces hagamos que esto termine lo más rápido posible, así podrá conseguir una cita en los próximos quince minutos. ¿Quisieras que empezáramos a ordenar? –Bruce tomó el menú.

Y Clark se sorprendió de como el empresario no tenía emoción alguna ante sus crueles palabras, era todo lo contrario, pareciera que encontrar a alguien 'como él ' le agradaba o simplemente no le tomaba importancia.

—Claro, pero antes debo pasar al tocador. –Kent se levantó de su asiento y caminó apresurado hacia el baño, necesitaba llamar a Barry para decirle que no podía continuar con la cita.

...

Ya había pasado vario tiempo desde que Clark se levantó del asiento y huyó al baño. Se asomó por el pasillo y pensó que a estas alturas su jefe se habría retirado, sin embargo, ahí estaba él, checando su reloj de mano esperando por Kal-El.

—Tardaste, así que me tomé el atrevimiento de pedir por ti, espero que sea de tu agrado, Kal-El. –dijo mientras tomaba su copa de vino para darle un sorbo.

—Ay, vamos,  'Kal-El' es muy largo, si quieres puedes llamarme el amor de tu vida, Brucie. –habló con voz seductora.

Bruce escupió el vino que había tomado nuevamente hacia la copa al escuchar tal atrevimiento de su cita.

—Digo muchas tonterías, ¿verdad?

—Lo lamento, me tomó mucho por sorpresa tu comentario, pero me gusta.

—¿Qué?

—..Su honestidad, como lo dije anteriormente, debería de haber más personas honestas como tú.. Kal, jamás había escuchado ese nombre, mucho menos el apellido 'El', es como si no fuera de éste mundo.

—Me lo han dicho mucho. –rió nervioso

—Bueno, háblame de tu trabajo.

—¿Trabajo? –preguntó confundido

—Ah, sí, lo siento, es que tengo un serio problema con eso, se que estamos en una cita, pero soy un adicto al trabajo, desde muy joven he tenido que encargarme de las empresas, jamás he salido con alguien así que no se que tema de conversación sacar de lo que no sea trabajo.

—¡Eso es mentira!

—¿Perdón?

—Digo, eso..es mentira, porque siendo usted un hombre importante y exitoso debe de tener más de mil mujeres pisándole los talones y muriendo por usted.

Bruce dejó sus cubiertos a un lado, miro con curiosidad a 'Kal'

— Qué raro.

—¿Qué es raro?

—No lo sé, es que pareciera que justo ahora estoy hablando con otra persona. Has sido menos engreído estos cinco minutos que cuando nos presentamos. –rió– Incluso me hablas de 'usted' y me llamas un hombre importante.

—Oh.. –Él lo sabe, ¿porque?, porque cuando lo sabes, lo sabes, ¡tranquilo, Clark!, actúa con normalidad.

—Tiene un raro temperamento, pero puedo lidiar con ello.

—..Es que.. estoy muy decepcionado.

—¿Por qué?

—Por la falta de interés que está mostrando.

—Tienes mucha razón, me alegra que aclaremos los puntos que nos molestan, así cuando tengamos otra cita ya no habrá errores, se lo agradezco, y por favor, llámame Bruce.

Ésto no está funcionando, quizás tenga que ser un poco más atrevido y eso lo asuste.

—Tus manos son tan grandes y fuertes, que serían perfectas para tomar cualquier cosa que desees.

Bruce miraba como la mano de Kal acariciaba la suya de una forma tan suave y delicada que lo hacía erizarse.

—Eso te gustó, ¿verdad? –rió levemente soltando la mano de Bruce – Vayamos a un hotel.

—¿Un hotel?

—Sí y así podríamos conocernos más a fondo. –guiñó un ojo. Sin embargo, Bruce notó algo tenso a su acompañante, quién se limpiaba el sudor de sus manos en su pantalón de vestir por debajo de la mesa.

Bruce mostró una sonrisa burlona.

—De acuerdo.

...

Por Dios, Clark, ¿qué estás haciendo?, sabías perfectamente que Bruce Wayne es un tipo desinteresado y que no le importa tener un encuentro romántico en su primera cita. En mi mente parecía buena idea.

—Todo listo. –exclamó Wayne, quién hizo saltar a 'Kal' por su repentina aparición.

¿Qué se supone que debo hacer?, realmente que Barry consiga un trabajo no vale la pena, mi sueldo cubre perfectamente los gastos del apartamento.

—¿Qué sucede?, estaba jugueteando conmigo hace unos instantes, ¿y ahora no quiere entrar?

—Creo que debes de pensar que soy alguien fácil. Sé que te gusta la honestidad, pero ésto es mucho, ¿cierto?

—Entonces, vámonos, no perdamos nuestro tiempo.

Clark suspiró aliviado en cuanto su jefe tomó la iniciativa de retirarse del lugar.

𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍 | superbatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora