Noah es un adolescente que vive con su tía. Cuando era pequeño su madre lo abandonó y fue arrebatado de las manos de su padre.
Actualmente, su tía es la que cuida de él, y su único amigo es su mejor amigo, Liam.
Lo que nadie se esperaba era que Noa...
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POV: Liam.
No sabía qué sentir exactamente; ¿alivio, pánico, angustia, culpabilidad...? Sabía que este momento llegaría de un modo u otro, pero no creía que fuese tan pronto. Sinceramente, me siento de alguna forma aliviado, no sé el motivo, quizás porque me he quitado un peso de encima... No estoy seguro.
Noah se veía confuso, pero no sabía si era por su descubrimiento de la familia Miller o porque había visto mi reacción, estaba empezando a dudar de que haya sido buena idea venir hoy. Me sentía muy perdido, como si ahora mismo no supiese nada.
No sabía lo que estaba pensando Noah, su cara no es muy expresiva y tampoco sé si eso es bueno o malo.
Yo creía saber desde un principio que en ese diario había cosas relacionadas con los Miller, mas no pensé que se mencionaran directamente.
Lo que me aterraba era que Noah, por culpa de ese estúpido diario empezara a descubrir más y más, porque eso quería decir que en algún momento chocaría de frente con mis padres. Por eso no quería que encontrase esta cabaña, y menos ese diario en específico.
Solo se me había ocurrido una solución, creí que si esa noche le pedía quedarme a dormir en su casa, podría robarle el diario. Era algo rastrero y no creí que fuese a poder mirarlo a la cara, porque sabía que estaría desesperado por encontrarlo, pero era por su bien. Aunque me estaba saltando un punto muy importante: mis padres.
Quisiera o no, les iba a tener que contar que Noah tenía el diario. Hasta ese momento no había querido porque pensaba que quizás no había nada comprometedor en este, y no iba a decir nada sin necesidad. Pero ahora que sabía que mi familia estaba en peligro por esa libreta, no tenía otra opción. De nuevo, perdóname Noah.
Sabía que mis padres iban a intentar remediar la situación de la forma más pacífica posible, pues eran conscientes del gran aprecio que yo le tenía a Noah, mas no podía evitar que interfieran; sentí una gran impotencia por eso. Quería a Noah con todo mi corazón, y por eso no iba a permitir que la hagan daño, así que, aunque corriese el riesgo de que lo descubrieran y me riñeran de la forma más cruel del mundo, me arriesgaría, no les iba a dar a mis padres todos los detalles. Como la última vez, sólo diría lo necesario. Porque aunque sabía que mis padres no serían capaces de hacerle algo a Noah por un diario, no me quería arriesgar. Prefería que me odiara por quitarle el diario a comprometerle a algo innecesario.
- Liam, ¿te encuentras bien?- Obviamente notó mi comportamiento. Estaba tan normal cuando de repente me callé y, a pesar de que no podía verme, estaba seguro de que mi cara era un libro abierto en ese leve momento de reflexión.
Aunque él lo dijese con su mejor intención, de verdad me irritaba que sea él el que se preocupara cuando yo era el que menos peligro corría en ese momento.
- Sí, estoy bien. Solo me había acordado de algo que tengo que hacer mañana. -Me considero bueno poniendo excusas, pero esa fue pésima, cuando se la creyó no sabía si considerarlo tonto o alguien muy crédulo.
