Capitulo 22

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Claris

Llamaron a la puerta de la casa. Dejé el IPod en mi mesa de noche y bajé rápido.

—¿Lista?

Esa pregunta me recibió en cuanto atendí la puerta. Y no esperó respuesta mía cuando ya tenía frente a mí su brazo estirado ofreciéndome el casco.

(ღ)

Marco me pidió acompañarlo a comprar unas cosas para su guitarra entre otras. No le vi nada de malo acompañarlo, aparte iba bien para distraerse un rato.

Pasé los dedos por encima de los discos de música de aquella tienda. Le di una mirada a Marco quien seguía platicando con el dueño de la tienda preguntándole por alguno en específico, antes de regresar a los discos y buscar uno de aquel grupo que Will haba mencionado algunas veces.

Había tanta variedad que creí que nunca iba a acabar.

Detuve mis dedos cuando divisé el nombre del grupo en la portada de cartón que cubría el disco.

Lo tomé cuidadosamente y lo analicé.

¿Le gustaría?

No estaba segura.

Sin soltar el disco volví a echarles otro vistazo a los demás. Tomé otro que me llamó la atención.

—¿Escogiste algo? —preguntaron detrás de mí.

Me volteé enseguida.

—En eso estoy—sonreí y alcé en que tenía en mi mano izquierda.

—Oh, The Beatles—pronunció Marco cuando vio el disco—. ¿Te gustan?

—A Willy.

Hizo un "oh" breve con su boca.

—¿Piensas llevárselo? —se acercó más, sonriéndome.

Miré el paquete y fruncí un poco mis cejas.

—No sé si seleccioné el correcto, no soy muy buena escogiendo regalos, ¿crees que le guste?

—Estoy seguro que sí, le encantara. Ese chico ama The Beatles así que no importa que canción sea, lo amará.

—¿Crees? —asintió —. De acuerdo, entonces creo que llevaré este —sonreí.

Me gire a dejar en su lugar el otro que había tomado.

—¿Encontraste lo que buscabas? —fue mi turno de preguntar.

—Solo uno —alzó la bolsa negra—. El otro no lo tienen.

—Oh, entonces pagaré rápido y nos vamos.

Caminé en dirección al mostrador.

Marco

La miré alejarse.

Y le volví a echar un vistazo a los discos que ella veía antes. Detuve mi mirada en el que había dejado y mordí mi labio inferior, pensando.

Claris

Extendí el billete al señor y agradecí recibiendo la bolsa con el disco. Divise por el cristal a Marco ya fuera de la tienda, hablaba por teléfono.

Al salir de la disquera sentí la brisa fría de diciembre. Cerré bien mi suéter.

—De acuerdo, gracias —terminó la llamada luego de ello—. ¿Lista?

Querida ClarisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora