La vida en prisión es una mierda, él lo sabe muy bien a pesar que ha ido ahí para ser el jefe de los custodios, con el fin de enderezar a la población femenina. Su gran moralidad y sentido de lo correcto es lo que representa a Neji Hyuga... o eso es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Escribió en el registro el título, actor, la sección donde pertenece y evaluó el libro en su totalidad antes de entregarlo. La reclusa lo tomó y salió de ahí, pero detrás había otra más, por lo que repitió el proceso y cerró la carpeta donde anotó. Se acercó a la mesa donde estaban los libros que habían entregado, tomó tantos como pudo y se desplazó por los pasillos de la biblioteca dejando los libros en el lugar indicado.
En su labor encontró a cinco reclusas más rebuscando entre los títulos para ver cual deberían rentar. Tenten sonrió satisfecha de ver como el nivel de interés había subido en la biblioteca. Aunque se debía a la gran donación que había llegado de parte del gobierno, de bibliotecas que habían renovado sus títulos y el restante fue enviado ahí.
Eso aumentó la capacidad de los libros por lo que se cambió el mobiliario a estantes de madera más altos, lo cual había sido una de las mejores noticias para Tenten que estaba encargada de la biblioteca y de ver como parecía una biblioteca real. Eso pareció animar a las reclusas a asistir más a la biblioteca y la afluencia de gente era más grande. Lo cual era algo muy bueno, pero al mismo tiempo... algo no ventajoso.
Neji solía ir a la biblioteca antes a verla, donde tenían sus interacciones, pero con tanta gente él se mantenía lejos. Aunque se habían cruzado en el patio donde ella solía correr en las mañanas y donde cruzaban un par de palabras, antes de que él le regale algún dulce que trajo para ella, en los pasillos y en el comedor.
Pero la idea de no poder hablar con él la inquietaba, porque el último momento que habían tenido era cuando él la besó en ese mismo lugar y había confesado de alguna forma que ella le interesaba. Algo que Tenten aun no se creía ¿Por qué alguien como él podría fijarse en ella? era improbable, era una reclusa, ahí dentro no había nadie. Pero él seguía actuando amable con ella, parecía buscarla con la mirada siempre que se cruzaban y si que habían hablado de forma superficial cuando él ayudó a llevar la donación de los libros ahí.
Tenten sentía que eso no era suficiente y que quería más tiempo con él ¿eso era demasiado codicioso? Si, lo sabía, considerando la posición en la cual se encontraban. Además aún había una cosa que la inquietaba, se habían besado y él había insinuado que podría estar interesado pero él había dicho que trabajaba ahí para llevar comida para tres. Tenten había temido preguntar en ese momento y después de eso no encontró forma de preguntar ¿tenía algún derecho de preguntar? No eran nada a fin de cuentas, no podían ser nada ahí dentro, sería absurdo.
Suspiró hasta que escuchó el perifoneo del altoparlante: "Reclusas preséntense a su dormitorio asignado para el conteo semanal, preséntense a su dormitorio asignado"
Tenten giró los ojos, dejó los libros en la mesa que servía de recepción y caminó rápido a su dormitorio, porque estaba lo suficiente lejos, vio a reclusas pasar al mismo tiempo y corrió el último tramo para alcanzar su dormitorio, se detuvo fuera de aquel cubículo, junto a su compañera. Al instante entraron dos guardias con un contador manual en la mano, pasaron junto a ella y salieron de la habitación. Un segundo guardia realizó la misma acción y al pasar junto a cada reclusa presionaban aquel contador, un monitoreo para asegurarse de que estaban todas ahí, eran protocolos absurdos.
