-¿Estas bromeando, cierto? ¿No ves la maravilla que tengo en frente? -Ciencia mira a Kiki.
-¡E-Espera, dijiste que no la tocarías! -se posiciona en frente de ella -¡Ni se te ocurra dar un paso más, o te arrepentirás!
-Oh, pero... no le voy hacer nada malo. Solo le estoy haciendo un favor. No te entrometas por favor. Recuerda que yo... -le agarra de la mano y la aprieta con fuerza. Se escuchan crujidos en los huesos de Leonel mientras sollozaba, era tan rápida que no pudo evitarlo.
-¡Argh! -cae al suelo, comenzando a sangrar y lagrimear, sosteniendo el pie de ella mientras la peluche solo estaba sorprendida, quieta como si no quisiera escapar de ahí, aunque podía.
-¡Ciencia, te lo imploro! ¡Son solo niños ignorantes! ¡No debes abusar de eso!
-¿Qué? -pone su mano en el contorno de su oreja- ¿Acaso escuché bien? -indignada- ¡Jo! ¡Ahora el que decía ser mi compañero me traiciona por un par de nenes! ¿Acaso no te das cuenta lo valioso que es una muñeca viviente como ella? ¡Es el nuevo cristo, joder! ¡Además! Solo la quiero ayudar, no me malinterpreten. Nunca creí que tú, Arte mío, seas no mejor que esta gente...
Arte se arrodilla. No tiene la mente tan de cuadro.
-¡Lo lamento, amiga mía, parecía un necio!
-Te perdono. Pero no interrumpan más en mis cosas. -Ahora mira hacia el querubín, quien agonizaba por su delicada mano- y tú...
-¡NO LE HAGAS DAÑO... PORFAVOR! ¡NO TE LA LLEVES, ES MI ULTIMA ESPERANZA!
-... ven conmigo.
Mirar, sacar y crear. Así lo hizo ella.
Caminan hacia unas escaleras en forma de corazón que no parecían nunca terminar, luego de unas horas de bajar y hablar entre ellos, van a un laboratorio, en donde ahí mismo le quitan el corazón cocido de Kiki en un frasco lleno de agua y dos ojos que no eran suyos. ¡Que barbaridad le están haciendo a mi pequeña...!
-No... Kiki... ¡Kiki! -llora en el cuerpo de ella desconsoladamente -si hubiera reaccionado más rápido... quizás tú... ya tendrías un cuerpo.
Mi niña, mi pequeña, MI HIJA... tras unos segundos grita, y abre los ojos. Sin previo aviso, comienza a hablar mirando a todos los presentes.
-¡No debemos depender de Dios! ¡Dios debe estar cansado, y además, debería querer que seamos felices! ¡Así que no lloren por favor! ¡Mostrémosle nuestra sonrisa y nuestros avances! ¡No debemos depender de el! ¡Hay que hacerlo sentir orgulloso y valernos por nosotros mismos! ¡Muéstrale, Ciencia, lo que puedes hacer! ¡Seguro el se pondrá mucho mejor!
-Esta humana que llamas "Kiki"... ¿Siempre habla así? -Indiferente le pregunta a Leonel. Escribiendo cosas en su cuaderno, había conseguido aprender algo.
-Si... desde que la conozco no sé bien lo que dice... ella... ¿Volverá a tener un cuerpo, verdad?
-Claro, solo debes ir a un banco corazones que aunque no esté cerca... están los mejores cuerpos en conservación.
-¿¡Dices que la volverás un no muerto!?
-No será un no muerto, pues nunca ha perdido la vida. Solo es hacerla verla como una humana, aunque ya lo es... por alguna razón... nuestro dios no quiso darle un cuerpo decente.
-Jum. Supongo que tengo suerte de que iba a buscarlo ahí de todas formas.
-Pues anda, ¿pero crees que está más a salvo conmigo o contigo en un lugar muy peligroso? Los demonios no son una cosa fácil...
-... conmigo señora.
Capítulo 10: Un nuevo ella.
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(PRIMER BORRADOR) La misión de Kiki
FantasyEsta es una prosa poética. Al punto de que la idea es que no se entienda con la primera lectura lo que se quiere dar a entender. Trata temas filosóficos con personificaciones de conceptos y con personajes exóticos para que no te esperes el siguiente...