Era un bosque extrañísimo. Muy extraño. Estaba tan silencioso porque temía despertar al sol, y además... ¿Sabían que la luna era hermosa? Es muy linda, ya quisieran verla... Ahh... de todas formas, Kiki, con curiosidad, le preguntó:
-¿En donde estamos? -aún con ceguera en sus aceitunas, sentía como su piel y tela mal tejida era abrazada por un escalofrío.
-Estamos en mi nuevo hogar, puedes pasar cuanto gustes, humana.
Su compañero abre la puerta de un árbol triste con un ¡Patadáz! Para dejar ver el interior. Deprimente, solo tiene una cama y un mapa. Por lo lejos que estaba, era imposible poder observar ese inservible pedazo de papel. Parece que aun hay gente en el mundo que le gusta coleccionar basura.
-¡Esta bien! ¡Kiki te agradece mucho! Pero tiene una pregunta, ¿Por qué tratas bien a Kiki? Nadie la quiere. Al menos los animales no, me tienen miedo. ¡Pero no he hecho nada malo, porque yo solo soy un animal como ellos! -Ella agita sus brazos como si volara.
-Tienen miedo de lo que eres capaz de hacer, niña. Parece que te quitaron un tornillo... pero es porque apenas has renacido... -la baja al suelo para agacharse y verla de arriba hacia abajo ¡Qué se cree este tipo!- dime, ¿Recuerdas algo antes de despertar?
-Bueno, yo... solo veo fuego. Y recuerdo un ruido extraño, ¡Era muy fuerte, y da miedo! Me da miedo. ¡Me da miedo! Creo que estaría mejor si todo volviera como antes. ¿No lo crees?
-Se supone que yo era quien protegía el Edén. Pero ni siquiera eso pude hacer. No soy mejor que tú, -este tipo le toca su corazón con un dedo- aunque por tu odio... todos tuvimos que pagar... al fin y al cabo, su mala decisión hizo que todo esto fuera un caos. Y eso, era algo más allá de lo que podías manejar... -Da un gruñido.
-No entiendo a lo que te refieres. ¿Me podrías explicar por favor? -Hablaba de manera lenta como siempre, le costaba hablar.
-Aun estás muy, muy pequeñita para entender... -Ese malnacido le acaricia la cabeza a MI creación. -Todavía no he preguntado qué hacías con esas bestias del demonio... soy terrible.
-No te preocupes. ¡Solo me pedían ayuda, tenían frío y querían mi tela!
El querubín asiente mientras la carga con sus manos, dejándola en la cama, arropándola como si fuera su hija. Da un suspiro mientras volaba, el joven ángel ya tuvo el bautizo de fuego que necesitaba. Cansada estaba su pobre cara con una sonrisa de extraña ¿Piedad?
-Bueno, Kiki, prometo protegerte de los demonios que habitan en este mundo. Solo espero que me ayudes a reparar lo que otra rompió. Solo hay que esperar... como crece esta flor.
Y se marchó, como la noche de un momento para el otro. El sol bostezando dice ¡Buenos días! Mientras la deja sola por un instante en su cueva. Creo que es algo irresponsable, pero creo que ya opine demasiado...
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(PRIMER BORRADOR) La misión de Kiki
FantasíaEsta es una prosa poética. Al punto de que la idea es que no se entienda con la primera lectura lo que se quiere dar a entender. Trata temas filosóficos con personificaciones de conceptos y con personajes exóticos para que no te esperes el siguiente...