TOUCH STARVED ↻ peter parker © [+18]

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'your hearts in the ground frozen over'

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   Los días habían pasado como una brisa. Era extraño, dejaba una sensación incómoda en la boca del estómago cada vez que tus ojos se alejaban de la pantalla del televisor y se dirigían a las ventanas de tu puerta francesa. Al igual que una enfermedad, se negó a desaparecer.

  Tu apartamento era un desastre y sólo habían tardado tres días en llegar a este estado. Tres días que ahora parecían fundirse en uno solo.

  El primer día había sido el más extraño. Después de que Peter te dejó sola en el pasillo, te quedaste sopesando tus opciones. Aún con pocas pistas, te quedaste allí por un momento preguntándote sobre todo lo que se había dicho y hecho, cada palabra, cada toque, cada mirada persistente. Era como si ahora no hubiera nada allí, como si hubieras estado... casi rota contigo... y ni siquiera fueras completamente 'exclusiva'. Durante la mayor parte de esa noche, te convertiste en lo que sólo puede describirse como un adicto a la televisión, antes de pasar pronto a la seguridad de las sábanas. Esa noche, mientras te acurrucabas en la oscuridad, nunca te habías sentido tan pesada la cabeza sobre la almohada. Tu ropa aún persistía con un leve olor a humedad y a Peter, cada uno de ellos sin brindar consuelo, pero aprovechaste la necesidad de cambiarte. No podrías reunir el coraje para levantarte de la cama ahora mismo.

  El segundo día transcurrió dolorosamente lento, como ver el extremo inicial de una tira de tiza viajar a lo largo de una pizarra polvorienta. Pasaste la mayor parte de la noche mirando directamente a la pared, observando cómo la habitación que te rodeaba estallaba en pequeños puntos negros y muy pronto te consumías en la oscuridad. Se separaba de vez en cuando, enviándote de regreso a la tierra con esa sensación de hundimiento en el estómago y el peso agonizante en el pecho. Te sentías acalorada y sudorosa, pero también escalofríos de frío subían por tu columna. Respiraste profundamente varias veces lo que parecías cada minuto, pero nada parecía calmar la angustia.

  No hubo nada, ni un solo pío, y de repente fue como esos pocos días una y otra vez... Los días en que dejó de existir como si estuviera completamente despojado de la humanidad. Por la mañana todavía estabas consumida por el silencio, y algo en tu cerebro finalmente hizo tictac, pensando en actuar sobre algo que deberías haber hecho hace mucho tiempo.

  Desde que perdiste a tus padres, siempre había algo que persistía, algo que siempre habías sido demasiado tímida para abordar. Tímida era una palabra fácil de usar, más bien demasiado dolorosamente traumatizada como para siquiera considerar entrar a un lugar que no habías visitado desde que sucedió todo... la casa de tus padres. Tu hogar. Posteriormente se transmitió en tu nombre, pero durante todo este tiempo continuaste como si fuera simplemente otra sombra en esa calle tranquila del centro de Queens.