TOUCH STARVED ↻ peter parker © [+18]

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'I'm only a crack in this castle of glass'

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  ¿Alguna vez habría una sola hebra de pensamientos coherentes que fluyeran por tu mente sin interrupción? Quizás no, concluyendo el hecho de dónde estabas, temblando como una hoja en tu balcón con una botella vacía de whisky JD bailando entre tus dedos. El aire amargo era frío y había provocado un desagradable sarpullido rojo en tus suaves mejillas mientras tus ojos recorrían las calles de las reinas encontrando algo en qué fijarse mientras la culpa se apoderaba una vez más de tu pecho.

  Beber nunca había sido tu fuerte, pero apagaba las llamas de la adicción que mantenían tu lengua como rehén. Adicción al aroma de tu amado Peter Parker, quien finalmente te había dejado su número de teléfono en el mostrador de la cocina poco antes de partir anoche, pero había aprovechado para enviarte una llamada o un mensaje de texto. Eran momentos como estos los que más temías. El pavor, el conjunto de emociones que abarrotaban tu cerebro como un tesoro en el Viernes Negro. Encontrar la única manera de ahogarlos bebiendo para ahogar el ruido.

  Lo que había sucedido esta noche fue algo que trajo alegría a tu alma negra, algo tan dulce y bondadoso que nunca pensaste que sería derramado sobre ti; una cita para cenar, y no cualquier cita para cenar. Una cita para cenar en uno de los restaurantes más caros de Queens, Allesandros. Una buena cena, un vino caro y elegante. Los pensamientos de preguntarse cómo diablos, Peter, iba a permitirse esto fueron dejados de lado de manera bastante abrupta por el borde cada vez más estrecho de la pregunta "¿dónde vas a encajar?". No tenías vestido, ni siquiera tenías un par de tacones altos y sabías de principio a fin que no te pillarían muerta apareciendo con un par de jeans desgastados y una sudadera con capucha.

  La culpa de la bancarrota te miró fijamente a la cara mientras te girabas hacia la sala de estar de tu departamento, con un vestido negro azabache burlándose de ti junto con los tacones rojos que se reían de tu expresión agotada. Si esta noche iba a ser demasiado cara, entonces tenías que lucir esa parte al menos.

"Será mejor que valga la pena porque no comeremos durante una semana", gemiste mientras pasabas el vestido y los tacones, tirabas la botella de vidrio vacía a la basura detrás del mostrador de la cocina y te dirigías al dormitorio para encontrar algún tipo de chaqueta que iría con tu atuendo. Algo que no gritara deuda universitaria.

  Mientras tus dedos pasaban por las telas, tus oídos se aguzaron ante el repentino sonido de tu teléfono vibrando en el lado de la cocina donde lo habías dejado menguar en un silencio introvertido mientras pasaba el día. Sorprendida por el ruido, regresaste al mostrador de la cocina, donde tus manos rodearon tu teléfono con entusiasmo y tus ojos brillaron contentos, mientras la palabra 'Peter' brillaba a través de la pantalla de tu teléfono.