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CAPÍTULO 10 | REFORZAR AMISTADES P2
Salgo de la cocina con ceño ligeramente fruncido, esquivo a las personas y me acerco hacia el sillón. Me siento con la bronca desprendiéndose de mi cuerpo, maquinando sobre lo que había pasado minutos atrás.
Necesitaba calmarme, la calentura provocaba que no me soportase ni a mí mismo, pero mi plan cayó al instante al ver a Valeria agarrada de la mano con el otro y salir por la puerta del patio.
Increíble.
Una risa nasal se desprende de mi nariz cuando los dos desaparecen por detrás de la misma, alejados de todos.
—¡A comer! — avisan, me lavanto del sillón y me siento en el extremo de la mesa. Valeria y Gael pasan por mi lado riéndose. Sonrío inconscientemente cuando la veo sentarse a mi costado, dejando a aquel en la otra punta de la mesa.
Comemos los dos en silencio, escuchando lo que dicen los demás, sin siquiera mirarnos directamente. Veía a Valeria de reojo, acomodarse el pelo y ver la hora repetidas veces en la pantalla de su celular.
Por un segundo posa su mirada en mí, el contacto visual parece quemarnos. Desvío al instante la mirada. Veo como se acomoda en la silla y siento uno de sus pies hacer contacto contra mis muslos. Sube el otro y se recuesta sobre el respaldo de la silla, remueve sus pies sin zapatos lentamente sobre mi pantalón.
Finalmente la miro, su sonrisita burlona resplandece mientras mira hacia otro lado de la mesa, haciendo de cuenta que escucha lo que habla su familia.
Arqueo una ceja. Bajo mis manos hasta sus pies y los saco de mis muslos, llevándome una mirada confusa por parte de Valeria. La escucho bufar. Imito su acción y miro hacia el otro extremo de la mesa, ignorando sus acciones.
Siento el celular vibrar sobre la madera de la mesa, encendiendo la pantalla gracias a la notificación.
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El mensaje me hace levantar levemente los extremos de mis labios, formando una pequeña sonrisa. Miro a Valeria, quién está observándome de reojo.
