Orden 7 - Acatar la orden de un novio

420 26 4
                                    

Luego de un mes de relación, las cosas no habían cambiado mucho, al menos sólo hubo cambios superficiales. Dazai y Fukuzawa seguían manteniendo tal cual su contrato en el local, mientras que en la agencia seguían siendo presidente y detective. Nadie sospechaba que entre ambos existiese una relación, ni siquiera Ranpo lo adivinaría tan fácilmente. Para los dos era demasiado fácil guardar las apariencias, aunque de vez en cuando se reunían para tener salidas o citas e incluso Dazai comenzaba a pasar más tiempo en casa del mayor pues dado que su apartamento no estaba junto con el conjunto habitacional de la agencia, era más fácil verse allí, inclusive ya había pasado algunas noches en esa casa; de hecho, ambos estaban pasando su velada allí justo ahora.

–Jaque mate –dijo Dazai

–Rayos –su rostro tenía una expresión molesta– es la tercera vez que ganas

–El ajedrez es mi fuerte –dijo cantarín

–Y yo creía que era bueno en esto, veo que eres mejor

–He tenido enfrentamientos duros, pero... diría que su desventaja es ser demasiado predecible

–¿Predecible?

–Sí, desde antes de mover una ficha ya ha calculado cuál mover y se le nota en la mirada. He jugado con Ranpo-san y ha sido uno de mis mejores contrincantes

–Usualmente cuando juego con Ranpo yo gano –Dazai soltó una risotada

–Es obvio, lo deja ganar –Fukuzawa estaba confundido– por lo que me ha contado Ranpo ve en usted un padre o mentor y pues dado que quiere que lo admire lo deja tomar ventaja, al menos esa es mi teoría

–mmm –Fukuzawa estaba enojado ¿realmente era tan malo en el ajedrez para que su propio hijo le dejara ganar? –debo ganar

–El ajedrez no se trata de ganar o perder, aunque bueno es mejor ganar –se jactó

–Necesito ganar una vez

–Lo veo difícil –no supo si lo dijo o lo pensó pero por la expresión que el mayor tenía en su rostro supo que lo dijo– no quise decir...

–Lo hiciste, realmente dudas de mis habilidades mentales

–No lo dudo... quiero decir sé que es muy adiestrado en muchas cosas como el Go

–Pero no en el ajedrez –aunque en apariencia fuera un hombre tranquilo tenía un carácter muy fuerte

–Mejor dejemos el juego por la paz –no estaba dispuesto a discutir por una tontería, si algo había aprendido de su pareja en estos días era que le molestaba un poco a veces lo dramático y exagerado que Dazai podía llegar a ser, y discutir por nimiedades

–¿Dudas que te pueda ganar?

–No lo dudo, francamente llevamos ya un rato jugando y ni una sola vez ha ganado, si gana creo más bien sería suerte, sin ofender, aunque debo admitir que los juegos han sido muy entretenidos, estoy seguro que es un gran rival para casi cualquier contrincante –a veces Dazai pecaba de franco

–Entonces... hagamos esto más interesante, si ganas te cumpliré cualquier capricho –algo que había aprendido del menor en esos días es que gustaba mucho de los detalles y podía llegar a ser muy caprichoso como un niño– y si yo te gano, al menos una vez –caviló lo que iba a decir dejando a Dazai con la expectativa– harás lo que yo te pida

–Pffft –se burló– de acuerdo, supongo que todo sea por salvar su orgullo, pero he de decir que no lo dejaré ganar

–Juega de la manera más dura que conozcas –emanaba furor

–Es hora de ponernos rudos –sonrió con picardía. Y el juego comenzó

El tablero estaba hecho de madera mientras que las fichas de mármol, Dazai escogió fichas grises y Fukuzawa de color negro. El juego se extendió mucho y se volvió lo que le sigue a interesante. Sin duda para ambos era una de las partidas más complejas que habrían tenido.

A las órdenes de mi amo - FukuzawaxDazaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora