Orden 10 - Sustos que no dan gusto

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–Presidente –habló Haruno, una secretaria de la agencia que entró a la oficina de Fukuzawa– Kunikida, dice que necesita hablar con usted acerca del caso que están resolviendo

–Hazlo pasar –dijo sin despegar la vista de unos documentos que debía firmar, estaba tan atareado que hacía el resto de las cosas sin pensarlo con mucho detenimiento

–Jefe, con la llamada recibida ayer, pudimos dar con una dirección, pero necesito personal que me acompañe al lugar a pedir información –Kunikida hablaba en tono optimista, recientemente la agencia recibió un pedido de extraños ruidos y desapariciones de mascotas, pero no había información suficientemente clara para darle seguimiento. El día anterior se recibió una llamada que daba una dirección del lugar donde podrían reunir información, ya que los sucesos ocurrían en la noche, no había muchos establecimientos que trabajaran a esa hora– necesito su autorización del uso de los miembros para que vayamos a investigar –tenía un documento con los nombres y las firmas de sus compañeros, faltaba el sello y la firma de autorización del presidente

–¿Ya tienes a alguien en mente?

–Sí, tengo contemplados a Tanizaki y Atsushi ya que adquirirán más experiencia en el campo, también a Ranpo y Dazai, pero dijo que tenía planes para la fecha que le indiqué, sin embargo, considero que es importante su asistencia ya que no sabemos si se trata de un conflicto que involucre usuarios de habilidad –decía firme y algo molesto

–No puedes obligar a nadie –metió un documento en un sobre y siguió leyendo otro– considera que la hora a la que asistirán ya no es muy prudente, toma en cuenta que si alguien no puede o no quiere ir está en su derecho ya que será una misión fuera del horario ¿hablaste con los demás?

–Sí

–¿Y ellos aceptaron?

–Incluso Ranpo

–Entonces tienes al personal suficiente, no veo necesaria a más gente –extendió la mano para recibir el documento, consideró innecesario leerlo ya que sabía que Kunikida no mentiría en sus explicaciones, firmó el papel y lo selló. En el documento estaban inscritas la hora, el día y la dirección que visitarían para su investigación, así como las razones y el nombre de la persona a quien debían contactar para hablar con ella. Kunikida se retiró y Fukuzawa permaneció trabajando en su oficina

–¿Y qué te dijo el presidente Kunikida-kun~? –preguntó Dazai

–Te salvaste, su postura fue que no puedo obligar a nadie a ir, pero dado que no irás, no te involucres, porque estoy 100% seguro que de alguna forma arruinarás los planes

–Ni siquiera sé a donde van a ir ¿Cómo arruinar algo que no sé?

–Los únicos que sabemos somos el presidente y yo, ya que es información clasificada, Ranpo y los demás ya lo sabrán cuando vayamos

–Tch qué aburrido, no podré fastidiar a Kunikida-kun, igual te he dicho que ya quedé para ir a una cita con alguien~~ aunque quiera no podré seguirlos para hacerte compañía

–Tenerte como compañía es como dormir al lado del diablo, diviértete en tu cita

–Uff sí lo haremos, ¿puedes imaginar acaso la gran diversión que me espera? –puso mirada irritante y fastidiosa con una sonrisa de victoria

–Si lo hiciera, tendría pesadillas el resto de mi vida, prefiero abstenerme

***

Fukuzawa estaba sentado en el sillón de aquel cuartito del local maidnimals. Tenía el obi desatado y las piernas abiertas, en medio de ellas se encontraba Dazai vestido con su típico traje de sirvienta-neko, con sus orejitas peludas igual que la cola. En ese momento, estaba masturbando el miembro del mayor, con sus manos lo masajeaba y lo ponía erguido. Mientras él estaba hincado disfrutando de todo lo que iba a hacer esa noche. Minutos antes le había asegurado a Fukuzawa que le daría la mejor mamada de la vida.

A las órdenes de mi amo - FukuzawaxDazaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora