Orden 9 - Probar cosas nuevas

296 22 2
                                    

Por supuesto, Fukuzawa notó que Dazai actuaba raro. Así que esa tarde en su cita decidió romper el hielo y preguntarle directamente.

–Yo siempre soy raro –dijo evitando el tema

–Estos días lo has estado más. Trabajas

–¿Eso es raro?

–Viniendo de ti, sí

–Verá. Pensaba si estaba bien lo que hacíamos, es decir el tipo de relación que tenemos

–No lo entiendo ¿Por qué de repente?

–Aunque... me terminé por dar cuenta que no es necesario preocuparse, de hecho me gusta bastante este nuevo comienzo con usted

–Ahora menos entiendo –antes veía a un joven decaído sentado a su lado, y ahora ese mismo joven estaba lo contrario de atribulado

–Verá... –le contó la historia de su charla con Yosano

–Ahora entiendo. Supongo que es como Yosano dice. Tenemos mucho por perder y poco que ganar

–Ya me siento ganador con usted. Sí me dejó pensando la perspectiva de Yosano, pero nuestra situación es completamente diferente. Sí usted es bastante más mayor que yo, pero aún así nuestra relación no nació de un sugar daddy y un sugar baby, de hecho no sé cómo describirlo. Sólo sé que pasó y no podemos echarnos para atrás

–¿Por qué no me lo contaste antes?

–Yo decía que no le iba a dar vueltas a eso y que no tenía nada que ver conmigo, sin embargo, sin querer de a ratos me encontraba pensando seriamente en el asunto y aunque le quise contar, finalmente terminaría como un chismoso al narrar un asunto íntimo de alguien que ni conozco. Además no quería que se preocupara, era injusto luego de tantos problemas que le causo

–Pero, Dazai tú no me causas problemas

–Yo siento que sí, es decir, nos tenemos que andar ocultando de ojos ajenos, le he incrementado el trabajo ya que ahora pasa más tiempo conmigo, estoy seguro que gasta su dinero en todo lo que me da para cumplir mis caprichos y aunado a eso me quiero disculpar por los futuros problemas que le causaré

–No me causas problemas. Estamos en una relación y yo quise hacer todo lo que dices por ti, aunque a veces puedas serlo, no siempre eres irritante o caprichoso y aun así eso me gusta de ti. No te pongas tan maduro súbitamente que siento que no eres el mismo. No quiero que nada te cambie, que nada nos cambie –dijo con tono serio

–Nunca dije que fuera a cambiar –hizo mohín– me gusta todo lo que hace por mí y precisamente porque sé que puedo llegar a ser molesto es que me he querido disculpar, mas no significa que por eso vaya a cambiar mi forma de ser –comía del pastel de chocolate con ligero enojo

–Es el ejemplo andante de hipocresía –pensó de manera graciosa mientras veía al menor actuar de forma infantil comiendo con sus mejillas ruborizadas ligeramente

***

Pasaron los días que se convirtieron en semanas. Si bien ambos hombres aún sobrellevaban su relación, de vez en cuando se aburrían, muchas veces no tenían tema de conversación y las cosas que hacían se hicieron demasiado cotidianas. Aunque siempre buscaban innovar y encontrar formas de divertirse juntos en todos los aspectos que la relación compete. Ese día estaban en el lugar de trabajo secreto de Dazai, el castaño recibió al mayor con una sorpresa.

–Mire, mire –le mostró un dado del tamaño de una pelota de tenis– me lo dio un compañero que trabaja aquí también –un joven que usa lentes de contacto y antifaz era bastante cercano a Dazai en el trabajo de los maids. Dicho joven tenía el color castaño oscuro y su cabello era bastante corto pero lucía genial y atractivo, con el cuerpo ligeramente delicado representaba a un mapache-maid. Cuando no había mucho trabajo ambos se ponían a platicar aunque el joven solía ser un poco retraído. Días antes el joven de nombre Shuuji le dio a Dazai ese dado, dijo que así se lograrían entretener él y su cliente Fukuzawa

A las órdenes de mi amo - FukuzawaxDazaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora