Orden 14 - Los modales forman al hombre

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Ha pasado prácticamente un año desde que comenzaron a salir. Aún faltaba año y medio para que se cumpliera el plazo del contrato y Dazai por fin se liberara de ese trabajo.

Ambos se encontraban en el local ya que últimamente pasaban sus veladas en otros sitios. Esa noche el gerente les pidió que pasaran más tiempo allí ya que necesitaba comprobar que sí estaban juntos y no haciendo cualquier cosa. Además Dazai tuvo que regresar al trabajo de limpia mesas cuando no hubiera más clientes ya que varios de sus compañeros abandonaron el trabajo cuando se acabaron sus contratos, así que había menos personal. Por lo menos seguían sus colegas Kitsune y Tanuki.

Ver a Dazai limpiando mesas días anteriores le dio a Fukuzawa una idea.

–... ¿Quiere hacer juego de roles? –preguntó consternado

–Bueno, técnicamente ya eres una maid. Yo simplemente podría actuar como un buen amo para ti –dijo coqueto

–Usualmente no toma la iniciativa con cosas así –agarró una escoba y quitó telarañas del techo– pues me parece bien pero con una condición

–¿Cuál?

–Que use traje, no kimono ni nada así. Tengo muchas ganas de verlo vestido con un traje estilo occidental. Así sería un buen conjunto con mi vestido de maid –siguió con lo suyo. Se estiró más para alcanzar mejor y su falda se levantó dejando ver un poco su trasero y cómo la cola sobresalía

Fukuzawa se excitó por eso. Joder como deseaba tener el control ahí mismo y hacer gemir a Dazai avergonzado por que sus compañeros lo viesen... últimamente tenía ideas raras. Pero realmente quería hacer que Dazai cumpliera su rol como sirvienta.

–Está bien. No estoy muy acostumbrado a usar trajes pero lo haré

–Sí que tiene ganas de hacerlo. Lo del traje era broma pero si lo consigue es mejor –se rio de su novio, no importaba de quien se tratara, Dazai siempre salía con sus bromas típicas en él

Llegó el viernes y para ese día Fukuzawa ya había conseguido el traje. Entró al local y fue directamente a la habitación de Dazai. Allí se sorprendió con lo que había.

El castaño había ambientado el cuarto. Se aseguró de que pareciera lo más posible a el cuarto de una mansión dónde sería digno ver a una sirvienta trabajando en sus labores. Había algunos cuadros de arte, cambió el tapiz del sillón y la pintura de las paredes que era un púrpura-azul ahora era verde aguamarina. Había dos sillas que lucían antiguas y un espejo enmarcado. La barra y otras cosas seguían intactas.

–¿Cómo hiciste eso en tan poco tiempo?

Dazai llegó desde sus espaldas.

–Oh en realidad desde hace mucho había encargado cambiar el estilo del cuarto –le dio un leve susto a Fukuzawa por aparecerse de la nada–desde el martes vinieron a pintar el cuarto, yo quería otro color pero cuando pusieron la muestra resulta que no se veía tan bien como esperaba y este se quedó. También era hora de tapizar el sillón pues el forro que tenía estaba lleno de suciedad si sabe a qué me refiero –si ese sillón hablara diría todo lo que han hecho en él– las sillas fue cosa de ir a comprarlas y ya

–¿Y los cuadros?

–Oh recordé que quería probar la temática el día de hoy y le pedí a Kitsune -quien es coleccionista de arte- que me prestara algunos para eso... y veo que usted cumplió con venir de traje ¿lo compró acaso?

–No, fue un regalo

–¿De quién? Parece un traje costoso

–Hace tiempo, mientras fui guardaespaldas de Mori lo tuve que acompañar a un evento y me pidió discreción con mi vestimenta, le dije que no poseía ningún traje y me arrastró a una sastrería para que me hicieran un traje a la medida y desde entonces solamente lo he usado una vez pues se quedó en un rincón de un baúl viejo

A las órdenes de mi amo - FukuzawaxDazaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora