A las órdenes de mi amo - FukuzawaxDazai

Orden 15 - Viaje de negocios

-¿Viaje de negocios?

-Me temo que es algo que tengo que hacer obligatoriamente

Ambos estaban platicando en el local. Era lunes por lo que era un día tranquilo para ambos.

-Sólo serán dos semanas

-Pero dos semanas es mucho tiempo -Dazai puso ojos de cachorrito- ¿puedo ir contigo?

-No, Dazai es trabajo el que voy a ir a hacer, además sólo puedo ir yo ya que soy el presidente de la agencia, en mi ausencia Kunikida se quedará a cargo -es justo lo que Dazai no quería

-¿Entonces me dejará solo todo este tiempo? ¿qué pasará con el trato? -se refería a las cláusulas del contrato

-Precisamente esperaba que me acompañes a hablar con el gerente acerca de mi ausencia. No se puede evitar, prometo regresar en cuanto pueda

-A todo esto, ¿a dónde irá de viaje para que se tome tantos días?

-Asistiré a una conferencia sobre la paz en Corea del Norte por irónico que parezca

-...

-Luego de eso iré a Tailandia para unos menesteres políticos con una fundación que busca hacer negocios de la mano de la agencia. Por último el ciclo de conferencias cierra en Tokio, luego de eso Yokohama está más cerca. Las fechas ya están establecidas pero aún pueden variar

-Tch, estaré muy solo por acá -intentó incitar al mayor, pero no cayó en su trampa

-Vamos a hablar con el gerente, nada de lo que hagas ahora podrá cambiar los planes -era tentador ver cuando Dazai se levantaba la falda para enseñarle los muslos, quiso evitar a toda costa mirarlo

El acuerdo al que llegaron con el gerente fue el siguiente:

Dado que el único que iba a estar ausente era Fukuzawa, Dazai debería seguir cumpliendo sus horas en el local, no obstante, no atendería a ningún cliente de forma privada, es decir lo único que haría sería servir bebidas así como atender mesas o de acompañamiento si alguien le solicitaba charlar. Ambos estuvieron de acuerdo con lo dicho y así lo harían.

Dos días después Fukuzawa se marchó, aclaró que si podía dejar esos menesteres antes, entonces procuraría volver en cuanto pudiera. En la agencia las cosas no serían muy extrañas a lo habitual. Era común que si el presidente se ausentaba unas horas Kunikida tomara el mando, así que era de esperarse que eso pasaría. Pero en palabras de Dazai era el peor escenario posible ya que el rubio le obligaría a hacer todos sus trabajos con la excusa de que de forma provisional sería el jefe.

Así llegó el primer viernes. Dazai y su novio solían chatear siempre que hubiera oportunidad. Se mensajeaban y de vez en cuando se hablaban por teléfono aunque fuera unos minutos. Al parecer el trabajo que se le encargó a Fukuzawa como coordinador en Corea del Norte era arduo y pesado, por lo que tenía poco tiempo libre, pero eso no quería decir que no pensara en el castaño. Se había acostumbrado tanto a su compañía que realmente lo extrañaba más de lo que había calculado en un principio. Y el moreno se sentía igual, acostumbraba a ser mimado por el mayor y ahora sentía muy lejano ese cariño. En el tiempo que llevaban de intimar como pareja se acostumbraron mucho al otro.

Dazai estaba tan triste y desanimado que sus compañeros Tanuki y Kitsune estaban sorprendidos con su humor.

-Vamos, vamos neko-chan volverá pronto -trató de consolar Kitsune

-Sólo serán unos días, luego podrán hacer todo lo que quieran -decía Tanuki

-Es que no entienden. Me siento aburrido sin él aquí -últimamente tenía la costumbre de poner ojos de cachorro