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𝑰𝒈𝒏𝒐𝒓𝒂𝒎𝒆
ᴱʳᵒˢ

3/04/24

Desperté con un nudo en el estómago y el recuerdo fresco de la noche anterior atormentándome. El dolor de saber que la chica que me gusta es la hermana de mi rival, Theodore, me golpeó con fuerza. Y para empeorar las cosas, se fueron del país.

No pude evitar sentirme abrumado por una mezcla de emociones. ¿Cómo podía estar enamorado de alguien tan inalcanzable? Pero el corazón no entiende de lógica, y el mío estaba profundamente entrelazado con el de Evangeline, la hermana de Theodore.

Me levanté de la cama y miré por la ventana, observando el paisaje fuera de mi casa. Todo parecía normal, pero dentro de mí, había un torbellino de confusión y dolor. ¿Cómo podía superar esto?

Decidí tomar aire fresco y salir a dar un paseo por el vecindario. Mientras caminaba, dejé que mis pensamientos vagaran. Recordé los momentos que había compartido con Evangeline esa noche, su sonrisa, su risa, cada pequeño gesto que me había hecho enamorarme de ella aún más.

Pero también recordé a Theodore, mi rival desde la infancia. Siempre compitiendo en todo, desde los deportes hasta las notas en la escuela. Y ahora, incluso en el amor, parecía que no podía escapar de su sombra.

Me detuve frente a un parque y me dejé caer en un banco. Cerré los ojos y traté de encontrar alguna solución, alguna manera de seguir adelante sin sentir este dolor constante en mi pecho.

Pero por más que lo intentaba, no podía sacar a Evangeline de mi mente. Ella era como una llama que ardía dentro de mí, iluminando incluso los rincones más oscuros de mi alma.

Finalmente, me levanté del banco y decidí que tenía que hacer algo al respecto. No podía quedarme aquí, lamentándome por lo que podría haber sido. Tenía que encontrar una manera de seguir adelante, de encontrar la felicidad, incluso si eso significaba dejar ir a Evangeline para siempre.

Con determinación en mi corazón, emprendí el camino de regreso a casa. Sabía que el camino hacia la sanación sería largo y difícil, pero estaba dispuesto a enfrentarlo. Porque al final del día, no importaba cuánto doliera, sabía que tenía que seguir adelante.

Mientras caminaba por las calles, tratando de despejar mi mente, me encontré sumergido en pensamientos que sabía que no debería tener. Imágenes de Evangeline, su sonrisa cautivadora y sus ojos brillantes, se colaban en mi mente una y otra vez, a pesar de mis esfuerzos por apartarlas, tenía pensamientos de ella sobre mí montandome hasta que yo me cansará.

Me di cuenta de lo peligroso que era dejarme llevar por esos pensamientos prohibidos. Evangeline era la hermana de Theodore, mi rival de toda la vida. Debería odiarla, mantenerme alejado de ella, pero mi corazón no parecía entender eso.

Me detuve en seco, sacudiendo la cabeza para despejar mi mente. No podía permitirme enamorarme de alguien que estaba tan fuera de mi alcance, especialmente alguien tan cercano a mi enemigo. Tenía que mantener la distancia, ignorar estos sentimientos, aunque fuera lo más difícil que jamás había hecho.

Con determinación renovada, continué mi camino, decidido a dejar atrás esos pensamientos no deseados y concentrarme en seguir adelante con mi vida.

me quede ahí en esa parte del bosque pensé que cosas de mí debería mejorar. "mi cuerpo, mis cicatrices, mi cara, mi actitud, mis piernas, mis brazos" en resumen todo.

Solo quería una chica buena ¿es mucho pedir?  saque mi teléfono del bolsillo y me quede mirando la pantalla en negro pensando si hacerlo o no..

me decidí y prendí el teléfono, era hora de al menos intentar hablar con ella

le mande un mensaje diciendo "Hola Evan, como estás?" pasaron minutos, horas, días y nunca contesto..

hoy es 21 de abril y no se nada de ella. Solo sé que me bloqueo en mi cuenta principal,me dio rabia que tire mi celular contra la pared.

Antes de enamorarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora