Annie.
Me gusta pasar tiempo con Elisa estos últimos tres meses de casadas han sido muy lindos ella es diferente en su vida íntima, está mañana obligué a Elisa a quedarse conmigo no quería que fuera al trabajo y que me dejará sóla.
Estábamos en casa de mis padres Elisa tuvo que irse por trabajo.
—Hija y dime,¿Que nombre le pondrán al bebé?— Pregunta mi madre, Elisa y yo no hemos hablado de eso.
—Esperó que sea un nombre con un significado hermoso— Hablá mi padre.
—Sí, no he hablado de ello con Elisa pero esperó que sea pronto— Dije, noté a mi padre algo molestó.
—Bien, ojalá esa bebé nazca con buena salud— Dice papá, se levanta de la mesa.
Hija cuando te vayas me avisas para que mi chófer personal te llevé— Yo asentí mi padre solo dió la vuelta.—¿Vamos por té?— Mi madre me ayuda a levantarme ya que mi pancita me pesa.
Ambas salimos al jardín en la noche siempre está iluminado se ve muy hermoso, en mi memoria vagan recuerdos, platiqué con mi madre un rato ya se hacía muy tarde me tenía que ir.
—Vamos, necesito despedirme de papá— Mí madre se levanta de la silla y después yo.
El chófer personal de mí padre me llevará a casa me despido de ambos y subo al coche, antes de irme mi padre me comentó que el chófer es recién contratado el anterior que tenía lastimosamente se lastimó muy grave de una pierna por eso ya no sigue aquí.
Me quedé dormida durante todo el caminó lo único que logré escuchar fueron varios sonidos de ambulancia supuse, escuchaba gritos a penas y podía abrir los ojos no lograba ver con claridad.
No sé cuántas horas pasaron cuando logré despertar, escuché una vos discutiendo una vos familiar.
—Doctor, ya despertó— Dijo la voz de una mujer, lleva un traje azúl.
—Señora Rousseau— Me llama un hombre.
Me quedé dormida otra vez apenas y podía abrir los ojos no se cuánto pasó para que me despertará por completo.
—¿Qué pasó?—Preguntó desorientada.
—Señora Rousseau, usted tuvo un accidente señora— El rostro del médico refleja preocupación.
—¡Qué!— Me levantó exaltada.
—Cálmense señora no se alteré— Trata de tranquilizarme.
—¡Y mi bebé!— Pregunté, tenía miedo.
—Señora, primero cálmense— Hago lo que el médico me pide.
—Bien, ¿Doctor mi bebé está bien?— El rostro del médico dice todo tenía una ganas inmensas de llorar.
—Lo siento mucho señora Rousseau el bebé lo resistió— El médico trata de verse lo más serio posible pero sus ojos reflejan otra cosa.
Me arrecuesto en la camilla tratando de asimilar las cosas el médico sale de la habitación, trató de recordar las cosas pero mi cabeza duele, mi corazón duele, la puerta de la habitación se habré es Elisa.
—Annie— Elisa se acerca a mí rápido ella toma mi mano.
—Elisa, dime qué es mentira ¿Sí?— Toma fuerte mi mano, sus ojos están rojos seguro estuvo llorando.
—Annie tranquila sí, no te desesperes— Acaricia mi rostro con su mano libre.
—Elisa— Tomó la mano con la que acaricia mi rostro.
—Descansa, hablamos después todavía estás con lesiones— Elisa me deja un beso en mi cabeza.
—Quédate conmigo, no me dejés sola Elisa— Las lágrimas caían.
—No te preocupes Annie me quedaré contigo— Sonríe.
—Gracias Elisa— La miró antes de volverme a dormir.
Me levanté asustada ví a mi alrededor y Elisa no estaba.
—Señorita, tranquila sí— Entra una enfermera.
—¡Dónde está mi esposa!— Pregunté, la enfermera sale de la habitación enseguida.
—Annie, estás bien aquí estoy— Elisa entra asustada.
—¿Dónde estabas?— Me sentía enojada.
—Fuí por algo de comer también hablé con el médico— Se acerca y me abraza.
—Elisa, perdí a mi hija— Lloró.
Sentía un hueco en el corazón de solo pensar que hace unas horas mi bebé estába en mi vientre y en un abrir y cerrar de ojos la vida te puede quitar un pedazo de tí, me quedé dormida después de llorar desconsoladamente en los brazos de Elisa.
—Elisa— Dije despertando, el cuerpo de dolía aún.
—Anastasia aquí estoy,¿Necesitas algo? Llamó a una enfermera— Trató de levantarme pero mi cuerpo duele aún.
—Elisa, gracias por estar conmigo— Ella sonríe—¿Mis padres dónde están?— Pregunté, pensé que estarían aquí conmigo.
—Se acaban de ir, estabas dormida y no quisieron despertarte— Dice.
—Elisa, ¿Qué fue lo que paso?— Elisa se tensa ante mí pregunta imaginé lo peor.
—El reporte de la policía indicó que el accidente se produjo por una falla en los frenos del coche, el chófer que iba contigo trató de frenar pero los frenos fallaron todavía están en investigación— Dice.
—¿Y el chófer que paso con él?— Quería saber que paso, sí está vivo o muerto pero a juzgar con la expresión de Elisa supongo que no sobrevivió.
—Está en coma, el recibió el golpe más duro— Su voz es de preocupación.
—¿Cuando me dan de alta?— Pregunté quería salir de aquí.
—En dos días indicó el médico, también recibirás terapia Anastasia— Elisa se levanta yo sostengo su mano.
—¿Ya te vas?— no quiero que se vaya.
—No Anastasia tranquila sí, me quedaré contigo hasta que te recuperes— Esas palabras me tranquilizaron.
—¿También te quedarás cuando esté en casa recuperándome?— Esperó diga que sí, en estos momentos no soy capaz de salir adelante sola.
—No te preocupes por eso, trabajaré en casa así me quedó contigo— Ambas sonreímos.
—Gracias Elisa— Ambas nos vemos fijamente, estos tres meses me he sentido extraña a la par de Elisa.
Días después me dieron de alta en el hospital gracias a Dios ya quería salir de ahí no soportaría estar más en ese lugar, Elisa siempre estuvo conmigo todo el tiempo eso me tranquilizó e hizo que mis días ahí fueran menos terribles a veces notaba como las enfermeras se le insinuanban en mi cara eran unas perras descaradas cada que lo hacían me sentía molesta y más cuando Elisa les sonría.
Estaba acostada en mi cama tocaba mi pancita pensando en mi bebé eso me hacía sentir desanimada lloraba todas las noches tenía pesadillas es un proceso difícil que toda madre sufre con la perdida de un hijo, Elisa dormía conmigo su presencia me hacía sentir menos sola me gusta su compañía me gusta Ella.
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La propuesta.
RomanceAnastasia o mejor conocida como Annie es una mujer hermosa con un corazón puro, en el momento menos esperado recibe la noticia que tendrá que casarse con Elisa una mujer egocéntrica, fría, Anastasia tendrá que renunciar al amor de su vida su mejor a...