Parte 11

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Lisa tenía su vista fija sobre Yuna, la pequeña se encontraba sentadita en el sofá, manteniendo su espaldita recostada porque muchas veces se iba de lado, tenía su chupón en la boca y no podía dar una imagen más angelical, eso era muy sospechoso para Lily.

"¿Por que estás tan obcionada conmigo?"

La pequeña Minatozaki tenía el puñito cerrado sobre su camisa, un poco nerviosa por la mirada de lisa, pues la chica tenía varias razones para sospechar que ella no pensaba como una bebé común, aunque quizás era solo una exagerada, Yuna seguía siendo una pequeña inocente.

-Lily, cuando te dije que miraras a Yuna un momento no está tan literal-la tia Rosie volvió a aparecer, quien sabe a dónde había ido, aunque el biberón en su mano le daba pistas.

"La tía Lily es rara, tía Rosie, me acusa escalofríos"

Rosé tomó a Yuna para sentarse en el sofá y poder colocarla en una posición correcta para tomar su alimento, y la pequeña bebé se sentía feliz en los brazos de su tía, recibiendo su atención como siempre debía ser, acercó el biberón a su boquita luego quitar el chupón y Yuna hacia todo el trabajo.

-Es que te dijo esa bebé sabe más de lo que aparenta-acuso la alfa, no era que tuviera algo contra la cachorrita, pero simplemente parecía ser que esa pequeña si sabía muchas cosas y entendía muchas otras.

"¿no me digas? JAJAJA"

-Ahg, tu eres la que la molesta-regaño Rosé-siempre estás acusándola a la pobre bebé.

Yuna quiso sonreír pero si sería sospechoso, así que siguió concentrada en su biberón, como si estuviera ajena a la pláctica que la pareja compartía, se sentía un poco mal por la tía Lisa, pues ella tenía algo de razón, pero no había nada al respecto.

-¿Entonces cómo explicas que te marca con su aroma?

"No hay explicación tía Lily, te estoy declarando la guerra"

Rosé río por lo dicho por su compañera y volvió su vista a la bebé, que tenía su pequeña manita sobre la suya en el biberón, era exactamente como los bebés lucían, no entendía la insistencia de su alfa en ciertas ocasiones, Yuna era solo una cachorrita que la quería mucho.

-No me digas que esto es por celos Lisa-se burló la omega, es que no podía ser tan estúpida.

-¡No es eso!- se defendió-Es que ella parece que me odia Rosie, y te quiere mucho a ti.

"Ay, no te odio viejita, no te agüites"

Rosie le sonrió por sus palabras y recostó su cabeza en el hombro de la alfa, mientras la bebé seguía comiendo, la alfa observó un rato y sin pensarlo mucho dejo un beso en su frente, bueno quizás si estaba exagerando con el tema de Yuna, tal vez solo era su imaginación.

"¿Y yo estoy pintanda o qué?"

-Ella te quiere, solo que no es una bebé facil-animo la omega, tenía la sospecha de que en el fondo Lily solo necesitaba que la bebé se encariñara más con ella.

La alfa no respondió, solo dejándose llevar por el ambiente familiar que parecía haberse creado, uno que le hizo anhelar su propia familia en un futuro.

-Oye, saliendo del tema, ¿crees que Mina ya haya dado a luz?-pregunto curiosa la mayor, separándose de su novia.

-Mnm no lo sé, si Momoring no ha llamado...-respondio la alfa.

Claro, la razón por la que Yuna se encontraba ese día con sus tías, era porque Momo tuvo que llevar al hospital a Mina, que se encontraba en la casa de los Minatozaki, y eso solo significa una cosa, su esclavita estaba llegando y ella estaba muy contenta.

Unos minutos después la cachorrita termino de comer, había quedado tan llena que enserio quería eructar y dormir como un angelito.

-Ten, dale palmaditas en la espalda, yo iré al baño-la omega le pasó con cuidado a la pequeña, sentía que si le apretaba vomitaria de tanto que había comido.

La alfa tomo a la pequeña dormilona, y la recostó en su hombro, luego de haber colocado un puño en ella por si acaso, y con suavidad comenzó a dar palmear su espaldita, escuchando dulces y adormilados balbuceos de la menor, después de varias repeticiones, por fin pudo oír ese esperado eructo. En ese momento se acomodó de un modo diferente, acostandola en sus brazos meciéndola, viendo sus pequeñas y adorables facciones, como sus ojitos se cerraban poco a poco.

-En serio es adorable-dijo la alfa, dando un toquecito en su nariz, con lo que no cantaba era que ella tomaría su dedo en su pequeña manita, transmitiendo un ameno sentimiento mayor.

Tal vez la pequeña Yuna no era tan mala como pensaba.

Claro, queda demostrar que todos la amaban, Yuna la ama todos.

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