Parte 26

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La alfa encendió el televisor, bufando cuando de primera plana apareció aquella serie infantil que estaba cansada de ver, pero la cachorrita en sus piernas comenzó a agitarse en cuando la vio, no habia remedio, si la quitaba justo ahora el berrinche sería épico. Suspirando con resignación se echo para atrás, dejando que su espalda chocará contra el respaldo del sofá, lo mismo hizo Yuna, recostándose sobre el torso de su madre.

Sana tomó un sorbo de su cajita de bebida achocolatada, cosa que Yuna imitó llevando su biberón con el mismo contenido a su boca, inmersa en el dibujo animado que se reproducía en el televisor, pero agradecía con el de arriba porque su mami le dejaba tomar la dulce bebida vez en cuando.

-¿Estás rico?-Preguntó la alfa hacia la cachorra, pero está no siquiera se inmutó-No entiendo porque te gusta tanto ver esto, creo que ya me sé hasta la canción del inicio.

"¿De qué hablas? Paw Patrol es lo de hoy, es buenísima" 

-Paw Patrol, paw patrol al instante llega...
-en efecto se la sabia.

Así no era como Sana había planeado pasar ese feriado, hace pocas horas se había levantado con dolor de cabeza luego de haber bebido un poco más de lo planeado el día anterior, poco después cuando Yuna se levantó desayunaron y tomaron un baño que le ayudó bastante con la resaca, llagando justo hasta ese momento sentadas en la sala, con sus cabellos húmedos y tomando leche achocolatada mientras miraban el canal infantil.

Momo por su parte se encuentraba en la habitación totalmente concentrada respondiendo los innumerables mensajes de personas interesadas en algún producto, la verdad era que la gran mayoría no siquiera compraba luego de cuestionarla hasta el cansancio, pero ya sd habia acostumbrado, trabajar desde casa no era precisamente un trabajo fácil.

Minutos más tardes Sana estaba casi dormida sobre sofá hasta que el llanto de su hija la hizo despertar repentinamente, asustada la tomó de la cintura dejándola de pie sobre sus piernas, revisando que todo estuviera bien con ella, pero al parecer su llanto no era motivado por algún dolor físico.

-Ma-sollozaba señalando con su pequeño dedito hacia el televisor, dónde claramente se miraba que su programa favorito había terminado.

Sana soltó el aire retenido, pensó que algo pudo haberle pasado mientras estaba distraída.

-Cachorra,ya el programa terminó- intento explicarle a su hija.

"Pero yo no quiero que termine"

-Luego puedes verlo otra vez.

-No-respondió la niña.

Sana rió por ello, a veces Yuna era una bebé difícil de tratar.

-¿Sucedió algo?-escuchó a Momo preguntar para verla poco después asomarse en la sala, verificando que todo estuviera bien.

"¡Si!"

-No, solo es esta pequeña malcriada, no acepta que su programa ya termino-le explicó a su esposa, que también rió ante la situación, acercándose hacia ambas estaban sentadas.

Se inclinó a tomar a su hija, quien rápidamente colocó sus manos alrededor de su cuello, abrazándose a su madre omega quien la recibió dejando un beso sobre su coronilla, encantando con el aroma de su nuevo champú, que olía a bebé.

La alfa observo cómo su esposa era capaz de calmar a la cachorrita en cuestión de segundos, y entendía muy bien el por qué Yuna podía dejar sus rabietas de lado cuando se recostaba sobre su pecho, su omega era poseedora de un aroma relajante con dejes de dulzura, ella misma podía sentirse a gusto solo con dejar su nariz al cuello de la menor, para su fortuna era algo que Momo le permitía hacer cada noche.

Aclaró su garganta, sabiendo que el día anterior no termino para nada bien.

-Momo...¿Estamos bien?-se atrevió a preguntar, llamando la atención de la omega que estaba concentrada en mimar a la bebé que reía totalmente cómoda en sus brazos.

-¿De qué hablas?-preguntaba está, caminando para sentarse al lado de la alfa sabré el sofá.

La mayoría de sus problemas ni siquiera necesitaban una conversación, podían discutir un día y al otro hablar como si nada hubiera pasado, pero está vez la alfa no quería dejarlo pasar.

-Ya sabés, anoche estabas muy molesta.

-Oh-Momo bajó un poco su mirada, encontrándose con la inocente de Yuna, con su dedo pico su naricita, recibiendo una risa a cambio-Ya sabes, me molesté porque no me avisaste que vendrías tarde, uh, ¿fui muy dura? Porque reitero, tu familia te espera en casa y me preocupaba que algo te hubiera pasado, quizás extageré un poco, pero verte llegar tan despreocupada y encima borracha me descolocó un poco.

La mayor asintió, comprendía la preocupación de su esposa, desde que Yuna había llegado a sus vidas el sentido de familia había cambiado, ya no eran solo Sana y Momo, y había alguien que desprendía de ellas, ambas deseaban hacer todo lo posible para no tener que ausentarse de la vida del pequeño ser  producto del amor que ambas se profesaban.

-Lo sé, fue mi error, pude pedir un teléfono prestado para avisarte que estaba bien y que solo llegaría tarde
-admitio la alfa.

-Bueno, pero ya pasó, estás bien y es lo que importa-respondio la contraria.

-Entonces ¿Si estamos bien?

La omega asintió dejando que la presión en el pecho de ambas disminuyera, a veces no era fácil admitir lo mucho que necesitaban de la otra.

-Sana-ssi, se que aveses soy un poco obstinada, y tiendo a exagerar los pequeños problemas-admitio la omega esta vez-Lo siento su alguna vez fui muy brusca al decir las cosas.

Sana sonrió hacia ella pasando su mano sobre sus hombros, acercándola más a ella en un abrazo.

-Lo sé, es normal, somos un matrimonio y conozco todas tus versiones, ¿estás mal amarlas todas? Porque no existe algo que odie de ti, aunque suene loco, ni cuando estás tan molesta que tus mejillas se vuelven rojas y tus ojos parecen echar chispa-responidio, yendo directo hacia el corazón de la contraria, causando esas típicas sensaciones que solo puede causar la persona que amas.

-Y todas mis versiones aman las tuyas, tonta-respondió, guiando sus labios hacia la mejilla de la contraria dejando tantos besos cómo podía.

El corazón de Sana se aceleró al oírla, volteando su cara para que está vez fueran sus labios lo que recibieran el efecto de su omega, no salían decírselo muy seguido, porque ambas eran consientes de que su amor era mutuo, pero de vez en cuando no estaba nada mal.

"Muy bonita la familia, pero mientras yo esté aquí no es el momento"

Yuna aprovecho a sollozar cuando sintió que sus mamás estaban tan cerca que si seguían así terminarían aplastandola.

La omega se alejó de su esposa, pensando que había lastimado a la pequeña, cosa que no era para nada cierta.

-Creo que la aplastamos-dijo la menor, pero la alfa negó.

-No le gusta que no le prestemos atención, eso es todo.

"Jum mamá, a veces sorprendes" 

Yuna aplaudió con sus manitas gorditas, endulzando la vista de sus mamás, podía sonar tan egoísta, pero era así, de vez en cuando le gustaba ser el centro de atención.

-Oye un día de estos hay que dejarla con tu mamá-sugirió Sana.

"JAJAJA, mami dile algo"

-Estoy de acuerdo-respondio la omega sonriente.

"JAJAJ-¿Que?"



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