Estaba en manos de María mientras ella se dirigía a su habitación, estaba emocionado por saber cómo será estar con ella en este tamaño, pues su trato es diferente.
Aunque, después de esa conversación, me quedé pensando en lo que María y Nayeli me dijeron. Esto abre muchas posibilidades, siendo sincero.
María: Bien, pequeño. Antes de partir, quiero preguntarte algunas cosas.
Ángel: Emmm, claro, no hay problema.
María: ¿Te gusta mucho de verdad estar encogido a ese tamaño?
Ángel: No puedo negar que realmente me gusta... - Me sonrojé un poco.
María: Qué ternura, Ángel. - Dijo, haciéndome sentir más sonrojado. - Descuida, ya sabes que me genera un poco de curiosidad el por qué te gusta esto. - Dijo mientras abría un cajón sacando algunas prendas y un par de medias. - No me parece nada raro que te gusten los pies ¿sabes?
Ángel: Me alegra que lo vean de esa forma.
María: Puedo llevarte conmigo dentro de mis botas, si así gustas. Mientras hago las compras.
Ángel: Eso me encantaría mucho, María.
María: Lo sé, pequeño Ángel. jeje Pero antes quiero ponerte un hechizo que nos será útil... bueno, dos, de hecho.
Ángel: ¿Cómo cuáles?
María: El primero es para podernos comunicar mediante el pensamiento, pues si vas a estar en mis pies no será posible comunicarnos si necesitas algo o si quieres salir. - Dijo, dándome a entender que a pesar de todo, se preocupa por mí. - Y el otro es... bueno, es un hechizo de teletransporte, para ti, para poder teletransportarte hacia mis manos cuando la ocasión lo requiera.
Ángel: Vaya, eso suena... bueno, ya no debería sorprenderme, de hecho, esto de la magia me genera muchas preguntas.
María: Lo sé, Angelito. Puedo notar que eres una persona de ciencia. Y esto de que la magia existe debió haber sido un poco chocante para ti. Pero descuida, después te contaré lo que quieras saber al respecto. Aunque no lo creas hay algo de ciencia en la magia.
Ángel: ¿De verdad? Vaya. Ahora me siento más intrigado.
María: Pero te distraerás mientras vas conmigo, así que, empecemos.
María hizo un movimiento específico con sus dedos y después me apuntó. Sentí un ligero destello azul que emanó de sus dedos, algo poco perceptible.
María: Bien. Ahora podremos comunicarnos mediante el pensamiento.
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Nota del autor:
Por recordarles, los corchetes [ ] denotan el pensamiento de los personajes.
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María: [¿Me escuchas, Angelito?]
Ángel: ¡¿Espera... qué?! ¡Increíble! Puedo... escucharte, como si llevara auriculares y hablaras por ellos. Fascinante!
María: Sí, jeje así es como se siente. Pero vamos, inténtalo tú también. Solo habla en tu pensamiento con la intensión de hablar conmigo. Que por cierto, así funciona... Puedes establecer una conexión con mi mente mediante tu voluntad, es decir, solo si tú quieres comunicarte conmigo así; caso contrario, tus pensamientos no los escucharé si no tienes esa intención de que los escuche yo. Vamos, inténtalo.
Ángel: Ok, lo haré. Solo debo hablar en mi mente con la intención de comunicarme contigo.
María: Así es, Angelito. Espero tu respuesta. - Dijo de forma risueña.
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Fantasía real
FantasyÁngel, un chico de 23 años, una persona común con un gusto particular por los pies lo lleva a una situación inesperada con tres chicas ¿enormes? Ángel tomará una decisión que lo cambiará todo en su vida, después de todo es algo que siempre anheló.
