capítulo 5

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Las semanas pasaban, Vallolet y sus padres seguían compartiendo. El tema era que la enfermedad de Fabiola estaba abandonando, aunque ellos compartían hermosos momentos pronto eso acabaría, Vallolet sería la más perjudicada.

—Eliot— amor no debes hacer esto, mm, huele rico Yolanda puede hacerlo no tan delicioso como el que tu haces.

El abrazo por la espalda y besó el hombro de Fabiola, ella sonrió con alegría su sueño se cumplió aunque estaba al límite lo disfrutaba.

—Fabiola—pronto llegará nuestra niña.

Se oyeron risas en la entrada era Vallolet, entraba con Yolanda traen las bolsas de las compras.

—Yolanda—mi niña usted se pasa.

—Vallolet—no, como crees Yoli, mira ese hombre estaba mirando más de lo normal y solo le di su merecido.

Ambas se callaron al ver a Eliot y Fabiola que los miraban como si quisieran saber lo que les hacía reír.

—Vallolet— Que lindos se ven.

—Fabiola—¿amor algo que nos quieras decir?

Eliot recibió a su hija con un abrazo y dejo un beso en la frente—supongo que ir de compras con Yolanda fue emocionante.

Yolanda se lleva las manos a sus labios soltando una pequeña risa—vaya estas chistosito mi niño, no cree que estoy vieja para estos trotes.

Eliot se acercó a su nana ya tenía 65 años pero se mantenía, era una mujer que lo crió prácticamente a él y siempre estuvo a su lado, el la abrazo—lo se para eso está Tahiel, él está encargado de hacer tus sueños realidad.—dijo él y dejó un beso en la mejilla de Yolanda, ambas entraron a la cocina vieron las delicias que preparó Fabiola.

—Vallolet— mami, ¿debes cuidarte porque lo hiciste?

—Yolanda—mm, que rico huele... (probando)... Fabiola debes cuidarte cariño, mira nada más que delicia.la proxima dame la receta mi niña y yo lo preparo.

Vallolet

subí las escaleras a dejar unas cosas de higiene que compren, mi mama esta cada dia mas deteriorada.Solté un suspiro y me dejé caer sobre la cama, pronto sentí mis ojos arder, no quería llorar, no quería llorar, no quería pero era algo que tenía que aceptar, pero cómo hacerlo si es mi mamá, sentí un dolor en mi corazón, pronto escucha la puerta de mi habitación era ella.levanté mi rostro y me encontré con su ella se veía cansada, tenía un nudo en la garganta .

Fabiola—Hola pequeña, ¿puedo sentarme?

Mi mama tan linda, ella muy dulce solo asentí ella se sentó y puso mi cabeza en sus piernas ella acarició mi cabello, con su voz quebrada me dijo.—Fabiola—Se que muchas veces intentas contener tus lagrimas por miedos a que otros te vean debil.Tu miedo a que piensen que te haces la víctima, hay mi niña se lo que sientes, ese miedo a que se aprovechen de tu vulnerabilidad, pero es necesario llorar, porque llorar purifica el alma, porque si no lo haces puede que la tristeza te ahoguen, llora mi niña aquí está mamá, llora saca ese temor a lo que vendrá, porque estos días serán inolvidables, quiero verte reir.

Sabes, cuánto anhelo dejar de pasar por esto ya estoy agotada, pero tu eres el amor de mi vida, cuando llegaste yo estaba sin fuerzas por los golpes de la vida, mejor dicho mis malas decisiones.Cuando necesites de mi abrazo recuerda que estar aquí en tu corazón, nunca voy a morir solo estare ausente físicamente.

—Vallolet—mami por favor,(sollozando) te amo mami eres mi todo.

Fabiola—mm, si lo se inseparables por eso debes recordarme siempre con el mismo amor.

Tú mi dulce amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora