77 10 0
                                    

🇫🇷🌹🗼

En el pequeño pueblo de las rosas, Languedoc-Roussillon, al sur de Francia, un peliblanco se despedía de su padre, ya que se disponía a encontrar al culpable del fallecimiento de su hermana.

Su primera parada era El Cairo.

Estuvo casi 6 horas metido en aquel avión, rezando por encontrar al menos una mínima pista de ese hombre.

Estuvo días buscando, recorriendo todas las calles de la capital.
Hasta que dio en un callejón con un ser oscuro, su cara no estaba iluminada, pero tenía una bola de cristal y un halcón en su hombro izquierdo.

-Polnareff, te mostraré lo que has venido a buscar- acto seguido, el ser de más de metro noventa y rubio, esparció algunas especias y con una especie de enredadera que estaba colocada en su mano y parte de su brazo, hizo aparecer algo en aquella esfera cristalina.

En la bola de cristal se mostró la figura de un hombre, estaba de espaldas, pero algo peculiar que el francés pudo divisar en la imagen, fue que ese hombre tenía dos manos derechas.

Polnareff se fijó en la peculiar mancha de nacimiento en el cuello del rubio, tenía forma de estrella.

-Tienes problemas, sientes dolor- La bola soltaba rayos de luz que eran muy hipnóticos.

La voz del rubio era profunda, cautivadora, así como todo su ser. Su aura de confianza provocaba un sentimiento de pleitesía hacia él.

Él parecía compadecerse del francés, ambos tenían un sufrimiento interno.

Cuando el rubio terminó su discurso, su cabello se elevó por si solo, mientras que algunos mechones se transformaban en tentáculos con un final filoso, de los cuales, uno de ellos logró incrustarse en el cerebro del peliblanco.

Polnareff cayó en el suelo, siendo cada vez menos independiente, convirtiéndose en uno de sus muchos esclavos.

Polnareff estaba arrodillado en el suelo, admirando la figura tan sombría, pero al mismo tiempo, resplandeciente de Dio.

-Polnareff, necesitaré tu ayuda, necesito que asesines a las personas que me arrebatan el sueño-  Dio le mostró una visión de aquellos hombres.  -Polnareff, deshazte de ellos, hazme ese favor, te recompensaré, lo juro-

Polnareff dedicó todo ese año a seguir buscando al asesino de su hermana, meses y meses viajando, sin encontrar nada, ni una mísera pista de donde estaba aquel ser tan despreciable.

Pero comenzaba a quedarse sin dinero, y sin energías. Estaba derrotado, pero había una dulce voz en su cabeza que le decía "no te rindas, es por tu hermana".

Hasta que el dinero se acabó. Obligándose a parar esa incesante búsqueda y volver a casa con su padre, con el cuál no tenía buena relación, ni quería ver.

No fue hasta casi un año después que sintió en su corazón que era el momento de atacar a aquellos hombres que perturbaban la paz de Dio.

Aunque tuvo que retrasar su momento de ataque, ya que Dio le comunicó que otro de sus "amigos" iba a atacar primero.

Un joven de 17 años que se haría pasar como nuevo estudiante, para derrotar al tataranieto del dueño de su cuerpo, el portaba la carta de "The Hierophant".

Fue comunicado de que era el tercero en atacarles, si es que sobrevivían al segundo enemigo que fue enviado.

Polnareff viajó hasta Hong Kong, donde los rivales se encontraban tras acabar con el dueño de la carta de "Tower of grey".

Desde lejos observó a los cuatro hombres junto a una mujer de uniforme, en la que en su espalda se podía leer "Fundación Speedwagon", como entraban a un restaurante.

El uniforme estaba compuesto por unas botas altas de color negro, y un conjunto de una sola pieza de un color blanco grisáceo, con distintos escudos con el nombre de la corporación de la que provenía.

Polnareff entró dos minutos después que ellos, y se sentó en una mesa cercana a ellos.

En el momento antes de que sus enemigos pidieran al camarero, él se acercó a la mesa pidiendo ayuda para leer el menú, ya que era un turista francés y no entendía los kanjis de la carta.

En cuanto pronunció su nacionalidad, la mujer saltó furiosa.

-No, haber venido preparado a Asia- Trató de empujarle de nuevo a su mesa.

-Cano, ¿Qué ocurre? ¿Le conoces?- El hombre más mayor del grupo se alarmó

-No, pero es francés, los enemigos de España desde 1635 en la guerra franco-española, lo siento señor, pero no permitiré que se siente aquí- Se podía ver una cara de rabia en la cara de la castaña.

-Eso es algo racista ¿No?- Argumentó Avdol

-No... También puede ser un enemigo- se cruzó de brazos algo avergonzada

-Mademoiselle, nunca quisiera enemistarse con alguien tan bella como usted-  Sonrió mientras intentó tomar la mano de la mujer.

Ella le retiró la mano con una facción de asco.

-Mira, gabacho, vete antes de que parta tu cráneo en dos y lo use para beber mi próximo cóctel French 75-

-Estoy de acuerdo con ella-  Habló el joven de gorra y uniforme negro .

-Venga chicos, podemos comer todos juntos-  La chica alejó su silla del hombre peliblanco, juntándose más al señor mayor.

(#...#)

////

El título es la antigua moneda de Francia, el franco, antes de que se pusiera el euro en 2002.

𝙈𝙪𝙮 𝙘𝙤𝙦𝙪𝙚𝙩𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙚𝙧 𝙛𝙧𝙖𝙣𝙘𝙚𝙨 || ℙ𝕠𝕝𝕟𝕒𝕣𝕖𝕗𝕗 𝕩 𝕆ℂDonde viven las historias. Descúbrelo ahora