La filmación comenzó con Sana apoyada en su escritorio en el aula falsa, mientras JiHyo apenas entraba cuando las cámaras comenzaron a grabar.
—Estoy muy decepcionado de usted señorita Park, no es propio de usted faltar a clases—. Sana habló mientras se ajustaba sus gafas falsas. Estaba impresionante, con una camisa blanca de manga corta metida dentro de una falda lápiz ajustada y su sujetador rojo sobresaliendo desde donde estaba desabrochada su camisa.
—Lo siento señorita Minatozaki. — Dijo JiHyo, teniendo que sacar su paleta con sabor a cereza para hablar antes de volver a llevársela a la boca.
—Eso no va a ser suficiente, Park, necesitas aprender la lección. Sentarte en un banco y leer no hará nada. No, necesitas algo que asegure que la lección realmente permanezca fresca en tu mente—. Dijo la pretendida maestra, actuando como si estuviera considerando cuáles eran sus opciones.
—¿Cuáles son sus sugerencias, señorita Minatozaki? — Dijo la Barbie, esta vez la paleta salió de su boca con un sonido de estallido. JiHyo hizo girar su lengua alrededor del caramelo, saboreando el sabor.
—Ven aquí. — ordeno Sana.
Una vez que JiHyo estuvo frente al escritorio, la empujaron hacia abajo de inmediato y su falda se dobló segundos después. Su pecho estaba presionado contra el escritorio, mientras su trasero estaba en el aire, sólo la fina tela de una tanga la protegía de la exposición total. JiHyo se sonrojó al darse cuenta de lo similar que era esta posición a la que había tenido el primer día que conoció a Sana. Había estado muy enojada esa vez, pero esta vez solo sintió emoción a pesar de su disgusto por el escenario.
Sana tomó una regla y la chica de ojos marrones sintió que su humedad aumentaba. Por muy vulnerable que la hiciera sentir esta situación, realmente le gustaba la situación dura.
—Has sido una chica mala, JiHyo. Necesitas ser castigada—. Dijo Sana, y justo cuando terminó su oración, JiHyo sintió un fuerte pinchazo contra su trasero, la regla cayó con fuerza.
La chica de ojos marrones no pudo evitar gemir fuertemente ante el placentero dolor, el golpe envió vibraciones a su clítoris. Sana no pudo evitar inclinarse para susurrarle al oído a la chica, ocultando la acción pretendiendo estar besando el cuello de la chica.
—Te encanta esto. ¿No es así, nena? — La voz de Sana dijo seductoramente, y JiHyo sintió que le temblaban las rodillas cuando su humedad comenzó a gotear por sus muslos. La mujer de ojos azules apenas la había tocado y, sin embargo, Barbie estaba necesitada y desesperada.
Sana se enderezó de nuevo, levantando su mano para bajar la regla una vez más, disfrutando de los gemidos entrecortados que salieron de los labios de la muñeca mientras lo hacía, y la forma en que el trasero de la chica se sacudía por la fuerza. Agarró la tanga de JiHyo, bajándola y maravillándose del núcleo goteante de la chica. Sana guio un dedo hacia adentro y vio cómo la entrada de JiHyo se lo tragaba desesperadamente. La cogió profundamente con el dedo por un breve momento antes de retirarse mientras la chica gemía por la pérdida.
—Abre. — Dijo Sana mientras se paraba frente a la chica, extendiendo su dedo.
JiHyo abrió la boca y su lengua húmeda lamió el dedo hasta dejarlo limpio. Una vez que terminó, Sana lo retiró, tomó la paleta de cereza que JiHyo tenía en su mano y se la puso en la boca de la chica.
—No dejes caer tus dulces, muñeca. No querría que tu pequeña paleta estuviera tan sucia como tú, ¿verdad? — Dijo la mujer de ojos azules con una voz profunda que envió escalofríos por la columna de JiHyo, y la Barbie apenas asintió en respuesta.
—Buena chica. — Dijo Sana antes de volver a rodear el escritorio.
Las manos de la pretendida maestra encontraron el trasero de JiHyo nuevamente, masajeando la carne antes de que una mano la azotara una vez más. La muñeca dejó escapar un maullido antes de quedarse sin aliento por un momento cuando Sana empujó dos dedos dentro de ella, moviéndose a un ritmo agotador. JiHyo quería gritar a todo pulmón por el ritmo, aún más desesperada por soltar la paleta en su boca cuando la otra mujer introdujo otro dedo más y Barbie sintió sus paredes estirarse a su alrededor. Sana la estaba cogiéndola profundamente y con fuerza, alcanzando todos los puntos dentro de ella que la hacían ver estrellas, el escritorio temblaba debajo de ella por la fuerza.
—Quieres correrte, ¿no? Lo sé, estás deseando correrte ahora mismo—. Sana habló, su mano libre agarró la regla nuevamente y ahora la golpeó contra la piel expuesta de la chica nuevamente. La estudiante gimió alrededor de su paleta y asintió desesperadamente en respuesta. Sana aceleró, algo que JiHyo pensó imposible, y pronto sus paredes se apretaron alrededor de los dedos de la mujer, su euforia se acercaba rápidamente.
—Adelante. Córrete. — Sana dijo simplemente, y JiHyo lo hizo. Ella gimió patéticamente alrededor del caramelo en su boca, sus muslos temblaban cuando el líquido se derramó por los lados de ellos. Su cuerpo se volvió hipersensible cuando la mujer encima de ella la cogió durante su orgasmo.
Sana finalmente sacó sus dedos, usando la misma mano para golpear el trasero enrojecido de la chica por última vez antes de decir;
—Buena chica, JiHyo. Espero que hayas aprendido la lección.
Maratón 2/4
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❝ Lights, Camera, Action ━ SAHYO | adaptación & traducción. ❞
Fanfiction❝ Dónde JiHyo debe trabajar con su mayor rival en la industria: Minatozaki Sana. ❞ ✦ › Fluff, drama, angst & smut. ✦ › Portada de: @beazyo 🥇#sahyo - 11/11/2O24 🥉#wlw - O3/O4/2O24 ׅ ۟ 兼 ָ֢ ֹ ❝ La historia original no me pertene...