En una pequeña región fronteriza del antiguo reino Rus de Kiev, cercano a los mongoles y al antiguo imperio Chino, un noble de baja cuna vivía feliz en su ascienda acompañado de su hermosa esposa, la cual era originaria de la monarquía Andalusa-Leonessa. La joven era hija de un gran noble en su país natal, ambos amantes fueron rechazados por sus familias y exiliados de su hogar. La fortuna que poseían la cual no era mucha más les permitía vivir en la comodidad fue obtenida por medios propios. El hombre era habilidoso en el comercio y al ser conocedor de lenguas como el mandarín y el hispano le facilitaba completar su labor, su esposa no se quedaba atrás ella también aportaba una segura fuente de ingresos al hogar, la joven dama era una gran literata bendecida con el saber de lenguas antiguas, como griego, el latín, el eslavo y su hispano materno también ayudaban en su trabajo, más ella a diferencia de su esposo realizaba en secreto su trabajo debido a la discriminación que existía hacia las féminas que según la sociedad realizaban labores de hombres, en aquellos años el saber era algo de hombres el escribir y vender escritos era algo impensable para las mujeres, ser autónomas era una aberración ellas debían estar en casa aguardar al marido y cuidar a los hijos. La pareja se respetaba profundamente ambos apoyaban el trabajo del otro y se amaban con locura. La felicidad era algo que poseían, no solo su amor los hacia felices, la pronta llegada de su primogénito los llenaba de euforia, se puede afirmar que el bebé que venía en camino fue esperado con ansias y amor, por ello el día de su llegada al mundo fue todo un revuelo en la mansión del joven noble, 12 h estuvo de parto la señora, pero después del dolor y la angustia que representaron aquellas doce horas un fuerte y potente llanto inundó el lugar, la pareja recibió a mediados del invierno en noviembre a una hermosa y regordeta niña, de mejillas sonrojadas y abundante cabello café.— Katrina se llamará —dijo la señora con voz cansada—es un nombre fuerte e imponente como nuestra pequeña, también posee un significado bondadoso —el hombre sonrió mientras sujetaba la diminuta mano de su princesa.
— Me encanta—respondió —un gusto Katrina, bienvenida a casa- le dijo su padre.
Katrina fue criada con amor, desde temprana edad su madre le enseñó a leer y escribir, le inculcó matemáticas, religión e historia, Katrina amaba que su madre le leyese cuentos. Con su padre montaba a caballo y viajaba en ocasiones a la capital la niña adoraba visitar Kiev en compañía del noble, las personas vestían trajes elegantes que deslumbraban a su vista, cada que regresaba a casa atiborraba a su madre con historias sobre lo visto por ella en la ciudad, era una pequeña muy habladora y revoltosa, los señores Ianovich en ocasiones se desesperaban cuando la regañaban, Katrina tenía siempre un argumento y respuesta para todo, aunque por muchas protestas jamás se libró de ningún castigo ante cualquier travesura cometida. A la edad de cinco años a la casa del lord llegó una joven criada de apenas 15 años, a Katrina le intrigó su aspecto, era hermosa pero muy distinta a ella, la muchacha poseía un rostro redondo con cachetes regordetes, piel amarillenta labios carnosos nariz achantada y ojos rasgados, su cuerpo era tan delgado que daba la impresión de que podría romperse en cualquier momento, su cabello era más negro incluso que el mismísimo ébano, tan fino y sedoso que Katrina quedó deslumbrada. El idioma que hablaba también era desconocido e intrigante para la niña.
—¿Papá de dónde viene?
— De muy al noreste, proviene de una etnia cultural muy diferente a la nuestra, su país tiene una gran historia y su cultura es asombrosa.
—Cómo se llama su reino?
—Viene de Song, a partir de hoy quierela como a una hermana mayor—le dijo a su pequeña. Katrina corrió hasta su nueva hermana tomándola de la mano, la sirvienta sorprendida dió un brinco, más la pureza y alegría que portaba aquella infante tranquilizó a la joven llamada Tao Liao
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Katrina la esclava del emperador
Historical FictionVivir para amar, pero no amar para morir. Amate a tí antes que a otros, se tuyo antes que de alguien más, solo así se será enteramente libre. Amor, discordia, avaricia , humanidad eso contará está historia. Ella lo amó demasiado, el creyó que para a...