Capítulo 3

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Un mes había pasado tras el fallecimiento de los señores, Katrina a duras penas comía, se encontraba en un estado depresivo del cual parecía no poder salir, pasaba las noches llorando y sintiéndose abandonada.Tao rechazó su compromiso, ahora ella debía mantener en pie la casa y tratar de sacar a Katrina del abismo en el cual se hundía. Con el paso de los días Tao consiguió animarla y hacer que saliera parecía que se iba acostumbrando al duelo. Con el inicio del mes de enero ya Katrina estaba superando todo lo que había perdido en el año 1006. La noticia de la muerte de los mayores Ivanovich sonsacó a la región, fluyendo así como agua hirviendo la noticia, el padre de Katrina era una de los comerciantes más importantes de Kiev su muerte causó miedo en sus asociados, pero pronto Tao tomó las riendas de la casa vestida de hombre, fingiendo ser un vocero de Katrina llevó prosperidad al renombre del fallecido lord.

Un día mientras las jóvenes cenaban una criada les avisa de unos señores que esperaban en la puerta, ambas van al encuentro de los desconocidos, al llegar a la entrada se topan con un hombre trigueño esbelto casi idéntico al padre de Katrina a su lado una mujer robusta de hebras doradas y ojos cielo sostenía en brazos a un niño pequeño mientras que a su espalda se encontraba otro joven muy similar ella.

- Mi hermosa sobrina lamento la demora recién me entero del fallecimiento de mi adorado hermano - esa última frase desconcierta a las muchachas, ambas sabían que el Sr. Ivanovich tenía un hermano del que rara vez hacía alusión, Katrina se esconde detrás de Tao cuando ve que el hombre intenta acercarsele

- Repitame nuevamente quién es usted?- interroga Tao con rudeza, el Sr. La mira con desprecio.

- Tú debes de ser la chiquilla que mi hermano acogió, un gusto soy Iván Ivanovich hermano de Vladimir, a mi lado está mi esposa Aleksa, y mis hijos Aleksander el mayor-el joven hace una vaga reverencia - y Yaroslav el que lleva en brazos.

- A que ha venido tío? - pregunta está vez Katrina.

- A cuidarlos claro- Tao sentía un mal presentimiento aquel comportamiento le parecía muy falso de parte de aquellos aparecidos. Ambas jóvenes aún indecisas le permitieron la entrada a su hogar a los desconocidos. Tao les permitió pasar en honor a la memoria del difunto Sr. Ivanovich, pronto descubrirían que le abrieron las puertas al diablo.
Los primeros días que pasaron, la familia de desconocidos tuvo un comportamiento normal Tao aún les tenía el ojo encima pero por lo demás aparentaban ser personas comunes, todo hasta un día. El Sr. Iván comenzó a preguntar de más sobre las labores comerciales de su hermano, las cuales ahora eran manejadas por Katrina y Tao bajo un seudónimo masculino, cada que iban a hacer negocios Tao se vestía de hombre y actuaba como el representante de Katrina, ambas habían sido bien adiestrados en el arte del comercio, Tao le habla vagamente sobre ellas creyendo que así daba por zanjado el tema, fue a raíz de aquella conversación que la familia aparentemente tranquila comenzó a hacer énfasis en la vida de las chicas. El Sr. Iván controlaba los lugares a los que iban , se colaba en las noches en la alcoba perteneciente a Tao buscando libros con registros comerciales con la justificación de brindar ayuda, pronto sus colores se irán oscureciendo cuando hicieron hincapié en querer casar a Katrina con su primo Aleksander, se fueron adueñando de la casa como sigilosas ratas, ante los pueblerinos eran los amables parientes que se ocupaban de las niñas huérfanas, dos mujeres jóvenes en aquella sociedad poco podían hacer ante la influencia de un hombre con infulas de carroñero. Con el tiempo el Sr. Iván pasó a ser el representante de Katrina, apoderándose así de a poco con toda la fortuna que su hermano y cuñada habían reunido durante los últimos años.

Toda aquella situación hería más a Katrina que se sentía impotente, extrañaba a sus padres, el sentimiento de desamparo y abandono palpitaba en su juvenil pecho mientras un grupo de hurracas desconocidas se debatían como saquearían una fortuna la cual ni siquiera les pertenecía, Tao consolaba a la niña de 16 años que había jurado proteger como nadie hizo con ella, tras la muerte de su madre fue vendida como objeto barato.

El tío de Katrina comentaba con su mujer como deshacerse de la heredera quién ya era un estorbo para el lord. El viejo hombre fingió sentir pena por la niña  tratándola con falso cariño, comprensión y pena mientras que en las sombras le iba quitando todo lo que sus padres le habían dejado. Aquella noche Katrina fue temprano a la cama en sus manos sostenía un pequeño guardapelos donde en el interior reposaba un retrato de sus padres

- ¿Porque me habeís dejado sola?- se preguntaba entre soyozos- dijeron que siempre estarias conmigo

Por otro lado el tío y su mujer planeaban incendiar la habitacion de Katrina con ella dentro aquella misma noche, su habitación se encontraba al final de la mansión por lo que según su mente perversa sería un menor daño por un bien mayor. Tao al enterarse de los planes del lord recoge alguna de sus pertenencias guardandolas en una bolsa, roba dos abrigos de cuero y botas de frío a su difunta señora mientras que con sigilo se dirige al cuarto de Katrina intentando no alertar a los asesinos.

- Katrina- despierta Tao a la niña

- ¿ Que sucede Tao?

- Shh, habla bajo, debe vestirse en silencio - Katrina no entendía bien aquello asi que se quedó en silencio a la espera de  una respuesta. Tao empleó el lenguaje de señas con el que se habían comunicado cuando esta aún no hablaba el idioma, explicándole con detalle a Katrina la situación. Esta aterrada obedece a su sirvienta vistiéndose en silencio. En una bolsa de cuero guarda dos libros en blanco, el diario de su madre, tinta y una pluma, recoge varios artilugios de oro incluido tres barras del más pulido oro, toma el crucifijo de su padre colocándoselo en el cuello junto al collar de tercio pelo. Katrina recordó a su madre diciéndole que los cambios acarreaban enseñanzas, experiencias, fortalezas, evolución y esperanza; ahora Katrina odiaba profundamente los cambios; Tao tomó algunos alimentos y agua, lo necesario para huir a distantes riveras. Se apropiaron de un caballo y a galope huyeron lejos de aquel lugar el cual habían llamado hogar, a la distancia Katrina podía ver el inicio de un fuego en su antigua habitación, destruyendo cualquier vestigio de su presencia. Aquel lugar que aguardaba tantos momentos felices en compañía de sus padres pasaría a ser solo un feliz recuerdo. Ahora la joven de 16 años debía de darle la cara a un mundo desconocido un mundo cruel gobernado por la codicia del hombre

Katrina la esclava del emperador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora