Katrina despertó a la mañana siguiente con un rostro cansado producto de lo sucedido el día anterior, ese suceso la había afectado enormemente, soñó que ella era la que había pasado por eso dejándola con un vacío en su pecho, Hyuk y Moobin aún dormían a su lado, Tao se había levantado más temprano esa mañana, Do- Hyun la había citado para hablar. Katrina no perdió tiempo, vistiéndose rápidamente, ya lista tomó varios frascos medicinales de su estante y caminó hasta la recámara de Wolsim, al entrar Katrina se encontró con una mujer que jamás había imaginado ver, traía el pelo enmarañado, piel pálida, acompañado por unos ojerosos ojos, sus labios eran más blancos que la nieve, su mirada estaba totalmente pérdida. Katrina se acercó a ella a paso decidido sin inmutar palabra, revisó su pulso y temperatura, físicamente Wolsim se había recuperado con bastante rapidez, pero el trauma aún estaba latente.- Iba a matarle yo misma- dijo Wolsim con voz ronca, casi en un susurro- iba a hacerlo para poder vivir, pero ahora que se fue siento un gran vacío, el sabía que no le quería por eso me abandonó - su voz se fracturó en mil pedazos- soy una hipócrita no debería dolerme tanto, el se movió dentro de mi hasta el último minuto y yo no podía hacer nada- lloró con voz desquebrajada, su pecho subía y bajaba con fuerza, el cuerpo le temblaba. Katrina tomó su mano con fuerza, acarició su pelo, mientras trataba de retener las lágrimas que amenazaban con escaparsele de los ojos.
- Son cosas que pueden suceder es la naturaleza, él simplemente no estaba destinado a conocer este mundo, al menos no aún- trató Katrina de dar consuelo mientras escuchaba el llanto desenfrenado de la muchacha.
- Tú también deberías odiarme y aquí estás ayudandome- dijo Wolsim entre lágrimas- te debo la vida, estaré eternamente en deuda contigo, lo siento tanto, yo debí de haber muerto también - Katrina no entendía a que se refería Wolsim con aquello por lo que continuó dándole consuelo.
- Odiar es una palabra muy fuerte para otorgarle a alguien, solo Dios puede odiar, y nuestro deber como sus creaciones es perdonar, perdonate y yo también te perdonaré. Todo estará bien así que ánimo Wolsim, tú eres una mujer de hierro.
Katrina acompañó a Wolsim un rato más hasta que fue avisada por Moobin que Hyuk había despertado y Tao aún discutía algunos asuntos con Do-hyun fue tal la fuerza de la discusión que gritos enojados se podían escuchar por los pasillos, Katrina decidió ignorarlos concentrándose únicamente en alimentar a Hyuk, Moobin hacia la tarea que Tao le había dejado en su cuaderno de escritura, el silencio reinaba en la habitación hasta que una enojada Tao desliza la puerta de un tirón entrando colérica a la habitación.
- Faltaba tan poco, maldita sea Wolsim bien merecido tiene todo lo que le sucede el karma no tarda en llegar- Katrina abrió los ojos ante las maldiciones de su hermana.
- ¡No digas esas cosas!- reprendió Katrina a Tao, Hyuk comenzó a llorar asustada por los gritos, Moobin miró a Tao con fijeza esperando comprender su enojo.
- Esa mujer, es hija de la mismísima Lilith, ha amenazado a su propia madre y nos ha vendido al infierno - el miedo comenzó a aflorar en Katrina al escuchar todas aquellas palabras juntas.
- ¿Qué hizo Wolsim? Explicate Tao.
- El hombre que vino ayer es el ministro de guerra en Goryeo Kim UK, nos han comprado para que el pueda regalarnos como esclavas al rey y al príncipe, nos han centenciado a morir- Tao daba vueltas de un lugar a otro mientras las palabras que acababa de decir calaban en la mente de Katrina dejándola muda, detrás de ella Moobin comenzaba a llorar acompañando a Hyuk, el niño corrió hasta Katrina abrazándola con fuerza, Tao al ver a los niños llorando decidió calmarse tomó a Hyuk de los brazos de Katrina mientras la mecía.
- No quiero que se vayan- repetía Moobin entre lágrimas- no quiero quedarme solito otra vez- aquellas palabras hacían doler el pecho de las muchachas, Katrina fingió una sonrisa mientras lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
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Katrina la esclava del emperador
Ficción históricaVivir para amar, pero no amar para morir. Amate a tí antes que a otros, se tuyo antes que de alguien más, solo así se será enteramente libre. Amor, discordia, avaricia , humanidad eso contará está historia. Ella lo amó demasiado, el creyó que para a...