Capitulo 7

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Como bien había prometido Katrina el niño había comenzado a trabajar de recadero de Do- Hyun quién aceptó tenerlo bajo su cuidado a cambio, el debía traer a su hermana para que Do - Hyun cuidase de ella, así el lugar se volvió más alegre con la presencia infantil que proporcionaba la hermana del niño a quién Katrina nombró Hyuk, después de bañar, peinar y vestir a la niña una pequeña margarita floreció, durante el día la niña correteaban por el lugar y en la noche dormía en la habitación perteneciente a Katrina y Tao, sin poder salir debido a la presente clientela que los frecuentaba. No solo fue esa la promesa que Katrina cumplió si no que también en las mañanas iba a los suburbios a prestar atención médica gratuita y llevar alimento aunque no mucho al menos llenaba sus estómagos, a Katrina le costó mucho convencer al doctor para prestarle medicamentos aunque después de tanto insistir el hombre terminó cediendo sus sobrantes. Los pueblerinos, pertenecientes a aquellos suburbios estaban infinitamente agradecidos con aquel ángel que llegó para ayudarlos, el rumor de que los dioses enviaron un ser divino a los desfavorecidos se corrió por toda la capital, miles de comerciantes llegaban al puesto que ocupaba Katrina en las mañanas para atender gratuitamente a mujeres, niños , ancianos y vagabundos, Tao la acompañaba en ocasiones al igual que Moobin el pequeño niño quién se sentía orgulloso por tener el honor de llamar a Katrina hermana, así Katrina fue reuniendo algo de dinero extra con la atención que le ofrecía a los mercaderes, parte del dinero lo guardaba para comprar su libertad mientras que con la mitad restante se abastecía de medicamentos y comidas de hariana u trigo. Do- Hyun miraba a Katrina con orgullo admiraba su sentido de la entrega y sacrificio, incluso había mejorado muchísimo al hablar el idioma. Tao también prosperó en la casa de Do- Hyun, con su ayuda se habían logrado llevar a cabo importantes tratos comerciales logrando expandir el terreno de la casa Kiseang que poseía varias casas cerca de zonas termales, a un buen precio, por ello Tao era muy bien recompensada, incluso pese al machismo existente en la sociedad Tao se forjó un nombre de respeto en el mundo comercial.

- Estás chicas son asombrosas- comentó Do-hyun a su hija quién empolvaba su rostro- casi que son capaces de comprar su libertad y solo llevan aquí siete meses, se han abierto paso en una sociedad de hombres siendo respetadas. Es admirable, me recuerdan a mí en mis nobles tiempos- Do- Hyun se alegraba sinceramente de su prosperidad incluso la sensación de culpa que había olvidado hace tiempo arrestan su conciencia, por haberlas privado de llegar al ansiado destino. Su hija la mira con recelo.

- Jamás te eh escuchado hablar así de mí, ni que fueran tus hijas- reprocha la hija de Do-hyun.

- Si fuesen mis hijas no estaría preocupada por la prosperidad de mi negocio tras mi muerte.- revela Do- Hyun con rudeza, su hija tuerce una sonrisa.

- Eres una pésima madre ¿Sabías? Los padres suelen alabar a sus hijos no despreciarlos.

- Cuando hagas algo que pueda hacerme sentir dichosa entonces recibirás mis alagos.

- Te hago ganar dinero ¿eso no es suficiente ?

- Ambas sabemos que métodos utilizas para ganar dinero, te crees que la belleza te durará toda la vida cultiva tú alma antes que tú cuerpo y así serás eternamente bella.- la hija de Do- Hyun golpea la mesa con rudeza.

- Ni que tú fueses tan virtuosa, todos te alaban, pero nunca debes olvidar de donde viniste- el impacto de una cachetada resuena en toda la habitación, la cara de la muchacha se volteo fruto del golpe, su mejilla se hinchó con la marca enrojecida dejando huella de la mano por quién fue marcada.

- ¿ Quién te crees niña insolente? Soy tú madre viniste de mi vientre y debes respetarme, ¿ Quién te dió permiso de tutearme o juzgarme? No eres más que una niña malcriada, hice un muy mal trabajo como madre.- grita Do- Hyun colérica.

Katrina la esclava del emperador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora