Tras el penoso encuentro de Katrina con aquellos jóvenes para ella desconocidos fue a paso apresurado hasta la habitación que compartía con Tao y los niños, al estar frente a la puerta no pierde instante en abrir para ingresar en el interior Tao al verla llegar levanta la vista de los escritos que revisaba, parecía toda una intelectual vislumbrada desde afuera. Katrina una vez dentro colocó a la pequeña Hyuk sobre los edredones de dormir dándole varios muñecos compuestos por tela para su entretenimiento, tras acomodar a la niña tomó asiente frente a Tao , coló los codos sobre la mesita sujetando su rostro con ambas manos mientras miraba a su hermana fijamente.
- Si desea hablar hágalo, no se coiba- bien conocía Tao a la joven, quién era bastante cotilla, cuando algo llamaba su atención tenía la necesidad de hablar sin parar al respecto. Katrina sonrió con picardía.
- Dos hombres muy peculiares entraron en la habitación de madam Do- Hyun- Tao le dedicó una mirada incrédula, aquello no era una extrañeza.
- Muchos hombres visitan a la Sr. Do- Hyun a diario no se porque te sorprende tanto- dijo Tao tratando de volver a concentrarse en su lectura.
- No entiendes estos hombres eran en verdad peculiares, del tiempo que llevo aquí nunca había vislumbrado hombres tan hermosos- Tao está vez le dedicó una mirada de extrañeza a Katrina - bueno no estoy segura si los dos eran apuestos, uno de ellos llevaba un pañuelo de seda cubriéndole el rostro, pero el joven que llevaba su rostro al descubiertos poseía gran belleza, desde que llegué aquí no he visto hombres muy apuestos, la mayoría son muy bajitos y chatos, pero estos hombres eran enormes, incluso podría jurar que eran más altos que padre , eran verdaderamente extraños. Me pregunto a que habrán venido.
- Dudo que hayan sido tan altos- se limitó a responder Tao.
- No miento, eran muy altos, su cabello era largo, lucía muy sedoso, sus pieles eran bastante inmaculadas, como si se expusieran poco al sol.
- Por la descripción que me otorgas parecen ser nobles- dedujo Tao.
- También pensé lo mismo, pero pocos nobles jóvenes visitan la casa, no los había visto antes, además los jóvenes nobles que nos frecuentan no son tan apuestos. Pero obviando su atractivo bueno al menos el del muchacho que no traía el rostro oculto se veían muy sospechosos como si buscarán algo. La mirada del joven enmascarado era penetrante, sentía escalofríos cada que me determinaba, su voz era tan grave y demandante que me hizo sentir muy nerviosa.
- Te dió miedo? Se veían peligrosos?
- No precisamente miedo, era más como, respeto, sentí como si juzgarán mis movimientos, a pesar de que el joven sin pañuelo sonreía y emanaba calma, su aura era como de superioridad estar cerca de ellos me ponía nerviosa. - Tao se quedó unos instantes pensativa.
- Sabes lo sorprendente del asunto? - preguntó Tao
- Qué?
- En esos instantes compartidos con ellos lograste describirlos con tanto detalle como si hubiesen sido horas lo que estuviste en su presencia, ellos deberían tener miedo de ti- bromeó Tao tratando de dejar en el olvido la conversación anterior, aquella descripción la había puesto incómoda. Katrina la miró con enojo.
- Al lado de esos hombres soy un indefenso pajarito- protestó Katrina
- Ahora que lo pienso mi señor el todopoderoso tiene sus favoritos.
- A que viene ese radical cambio de conversación?
- Los jóvenes que vi eran apuestos y seguramente de familias nobles, quizás y sean virtuosos.
- O quizás el señor disfrazó de belleza la maldad- ambas quedaron pensativas.
- ¿Cómo alguien tan lindo podría ser tan malo?- dijo Katrina recordando la sonrisa del muchacho.
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Katrina la esclava del emperador
Historical FictionVivir para amar, pero no amar para morir. Amate a tí antes que a otros, se tuyo antes que de alguien más, solo así se será enteramente libre. Amor, discordia, avaricia , humanidad eso contará está historia. Ella lo amó demasiado, el creyó que para a...