Aunque ninguna quería aceptarlo, ellas se extrañaban mutuamente, solo les era muy difícil aceptarlo y más por lo que les había pasado recientemente.
Llego el lunes y Winter estaba segura de que se iba a poner roja de solo ver a la pelinegra, su amiga en vez de molestarla, la animo a que vaya y a regañadientes fue a llevarle el desayuno a Karina.
Winter~
A paso lento me fui acercando a la celda, sentía mi corazón latir más fuerte mientras avanzaba, me detuve enfrente de la puerta y di un gran suspiro para por fin abrir la puerta y encontrarme a Karina más feliz que nunca.
Apenas cerré la puerta, me dió un gran abrazo.
-Te extrañe mucho!! Estás mejor??- asentí y sonreí ante su reacción.
-Ni que me haya ido un mes, toma tu desayuno- me di la vuelta para irme y esperar que se le haya olvidado todo lo ocurrido.
-Oye linda, sobre lo de- la interrumpí.
-Olvida eso, si? Nada pasó- le dije y me retiré para salir y fingir hacer mi trabajo, cuando realmente seguía pensando en lo del aquel día.
Llego la tarde, junte coraje y fui a llevarle su almuerzo, ya que últimamente estaba comiendo bien, y no podía simplemente no ir.
-Hasta que por fin llegas- me dijo algo molesta.
-Estás molesta?- me miró con el ceño fruncido y negó aún así.
-Parece que si, estás segura?- me asintió y se dispuso a comer tranquilamente.
En vez de mirarla, tuve que ver al rededor de la celda, no podía cometer el mismo error que antes.
~
Llego la noche, más rápido de lo que pensé, sin ganas me levanté para llevarle su cena a Karina, tal vez era un poco tarde, pasaban de las 9:30 p.m. fui sigilosamente, pensando que estaba durmiendo.
Al abrir la puerta, la vi mirando un punto fijo del piso, ella me miró sería, tomo su cena y comió en silencio, yo preferí recostarme de una pared.
-Te hice algo?- no me respondió.
-Si te hice algo, perdón, no fue mi intención- aún sin respuesta.
-Cómo me puedes perdonar? Es incómodo estar así- sin decir nada ella se paró de la silla y se volteó hacia mi.
-Sabes cómo me puedes ayudar?- negué con la cabeza viendo cómo se acercaba con un enojo notorio.
-Dame un beso- me quede estática, apenas era el primer día después de una semana, joder.
-Oye, necesito irme a mi casa y- me interrumpió.
-Dame un beso y te perdono- la miré fijamente a los ojos, pero sin querer, se me desviaron a sus labios.
-No te puedo dar un beso- no podía despegar mis ojos de sus carnosos labios, no, no, Winter, no.
-Sé que no, pero yo si- no me dejo reaccionar y me dió un pico.
Después me dió otro que duró unos segundos más y me separé de ella.
-Mejor me voy, nos vemos mañana- me despedí, después de mucho tiempo y me fui corriendo.
Sentía mis labios como si tuvieran hormigas, me cosquilleaban, topé mis labios para saber si era real, esa sensación me estaba gustando y eso era muy malo.
HOLAAA, como tendré unos días de vacaciones, vamos a subir mucho 😻😻😻😻.
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